El rapero Pablo Hasél ha generado una gran polémica en España por estos días al ser condenado por la justicia por los cargos de “injuriar a la monarquía y enaltecer el terrorismo”. En las letras de algunas de sus canciones, el músico atacaba personajes como el rey emérito Juan Carlos I al describirlo como “capo mafioso” y un “borracho tirano”; además de acusar a la fuerza pública de maltratar y asesinar a activistas e inmigrantes. Pues bien, hace unas horas el artista fue detenido por los Mossos d’Esquadra (la policía local) en la Universidad de Lleida, en Catalunya.
El cantante se encontraba atrincherado desde hace varios días junto con un grupo de simpatizantes y según reportan diarios como La Vanguardia, la situación generó tanto protestas pacíficas como disturbios. Algunos manifestantes han incinerado contenedores de basura y motocicletas; y la mayoría de quienes se oponen al encarcelamiento de Hasél denuncian que se trata de una violación de los derechos humanos y sobre todo, un grave atentado contra la libre expresión.
Hasta el momento, 14 personas han sido detenidas por estos incidentes en ciudades como Barcelona, Girona y Vic. Además, 15 civiles y cinco Mossos d’Esquadra han terminado con heridas tras el enfrentamiento entre defensores de Pablo y la policía de la zona debido al uso de balas de goma. Como era de esperarse, la tensa situación también ha reavivado las protestas por otras causas como el separatismo que promueve un sector de la población catalana y los pedidos de abolición de la corona española, pues no es la primera vez que un ciudadano es enjuiciado por esta clase de delitos.
Por otra parte, organismos como Amnistía Internacional ya han cuestionado la condena impuesta a Hasél al considerarla “injusta y desproporcionada” y han tratado de presionar en favor de su pronta liberación.