Wish You Were Here es ampliamente considerado uno de los mejores discos de la carrera de Pink Floyd. Editado en 1975, el noveno álbum de estudio de los británicos guarda un proceso de grabación muy extraño para la banda. Para ese entonces, sus integrantes tenían una inmensa presión por el éxito de The Dark Side of The Moon, que los afectó a nivel psicológico.
Los miembros de la agrupación se convirtieron de repente en súper estrellas y según David Gilmour, eso les hizo el camino aún más difícil. Según reporta medios británico, el guitarrista comentó al respecto: “Fue un período muy difícil, tengo que decirlo. Todos tus sueños de la infancia se habían hecho realidad y tenías los discos más vendidos del mundo y todas las cosas que habías soñado”.
Tenerlo todo también puede resultar poco motivador y muy agotador:
“Te rodeaban las chicas, el dinero y la fama… Tenías que reevaluar para qué estabas metido en esta escena… Fue un tiempo bastante confuso y vacío”.
El ingeniero Brian Humphries le dio la razón a Gilmour durante una entrevista de 2014. Allí reveló que inicialmente no eran nada productivos a nivel creativo y luego de un buen tiempo de reunirse fue que las canciones de ese mítico álbum empezaron a tomar forma: “Había días en los que no hacíamos nada. No creo que ellos supieran lo que querían hacer. Teníamos un tablero de dardos y un rifle de aire y jugábamos estos juegos de palabras, nos sentábamos, nos embriagábamos, íbamos a casa y regresábamos al día siguiente. Eso era todo lo que hacíamos hasta que de golpe todo comenzó a encajar”.
Pink Floyd supo retomar el camino y entregar composiciones increíbles por unos años más hasta la salida definitiva de Roger Waters en los 80.