Para varias generaciones de argentinos, Alberto Migré es sinónimo de telenovelas inolvidables. Tiras como Rolando Rivas, taxista, Pobre diabla y Piel naranja generaron furor en décadas pasadas. Cuando el citado autor falleció en marzo de 2006, los derechos de su obra quedaron a cargo de Víctor Agú.
Hace algún tiempo, Liliana Viola, la editora del suplemento Soy de Página 12, escribió un libro al respecto de la vida y el legado de Migré. Allí ahondó en la influencia que tuvieron las historias de tal productor en el imaginario colectivo; sobre todo durante la dictadura y el regreso de la democracia entre los 70 y 80.
El texto fue publicado por Sudamericana, sello de Penguin Random House, pero después empezó a ser retirado de las vidrieras de las librerías. La razón detrás de esa medida tiene que ver con la violación de derechos de autor que hoy alega Agú. Aquella disputa legal hizo que se llegara a un acuerdo entre la escritora, el heredero y la editorial. Se dispuso así que salieran de circulación los ejemplares impresos.
Según reporta Infobae, Agú comentó:
“A casa vienen muchos investigadores y estudiantes de Comunicación para ver el archivo, porque está en papel, aún no pude digitalizarlo. Nunca imaginé que el propósito del libro era utilizar la obra. Ella me mandó un capítulo una vez donde decía cosas muy raras, muy amarillistas, y yo le hice una devolución”.
Más adelante, y a través de un comunicado de su Facebook, él reiteró sus críticas al libro de Viola. Reclama que en el mismo se hable de la sexualidad de Migré.
Por su parte, Viola ha optado por no pronunciarse sobre el tópico para cuidar la confidencialidad del acuerdo al que llegaron. En vista de la situación, algunos colegas periodistas han salido en su defensa. Uno de ellos es Franco Torchia, quien se especializa en temas de género. A su parecer, con el retiro de dicho texto estamos ante una censura homofóbica:
“El libro no hace outing, no lo saca del clóset a Migré. Liliana es editora de Soy, el suplemento de Página/12 para el cual colaboro frecuentemente, y nunca en Soy hizo outing, porque no se saca del clóset a nadie a la fuerza. Ella hace un análisis de la obra telenovelesca de Migré, obviamente vinculada a su vida personal. Hay recortes periodísticos. Hay un novio agradecido que no quiere dar el nombre; hasta a ese punto Liliana cuidó a Migré”.
Más adelante, señala lo profesional del comportamiento de Viola en cuanto al legado de Migré. A su vez, cuestionó la lógica de los reclamos de Agú:
“Cuando Liliana vino a mi programa de radio a presentar el libro le pregunté por los actores amantes de Migré, y ella me dijo: ‘De ninguna manera te los voy a decir porque no corresponde’. Esa información se la dio el heredero, Víctor Agú, el mismo que hoy censuró al libro junto con la editorial. Yo te pregunto: ¿Por qué Víctor Agú no demanda a YouTube, donde hay un montón de material? En su posteo de Facebook está diciendo abiertamente que censura un libro por homofobia”.
Finalmente, Torchia anotó:
“Víctor Agú fue un gran informante en el libro. Él se cree el dueño de Migré. Él es el que recibe a la gente y le dice con quién se acostó Migré y con quién no. Y en el libro eso no está, porque la autora decidió cuidarlo”.
Habrá que ver cuál es el destino de toda esta polémica en torno a una de las personalidades más recordadas del siglo XX en Argentina.