Pareciera que entre músicos y cineastas se organizan para que todos los días tengas el pan caliente de noticias sobre abusos, actuales o de tiempos pasados, de hombres hacia mujeres. Y sabemos que posiblemente nuestros ídolos caerán también y siempre se mete de por medio esa sensación rara que queda hacia la obra del artista que tanto nos gustaba, pero esa es otra discusión.
Las acusaciones que salen a la luz en estos días apuntan a Simon Le Bon, vocalista de Duran Duran. La denunciante es Shereen Hariri, una mujer de 47 años, y relata que el cantante la habría manoseado las nalgas y genitales, durante una firma de discos que estaba realizando en la disquería que ella trabajaba (Wherehouse) en Los Ángeles en el año 1995. La denunciante confesó, relatando el momento ocurrido hace 23 años:
“Estaba con miedo de moverme, con miedo a las consecuencias, y furiosa de que él pudiese hacer algo tan descarado frente a las cámaras”.
“Decidí que ya fue suficiente. No voy a esconder más secretos. Quiero que todos sepan lo que este hombre me hizo. Espero que lo reconozca públicamente”, continuó Hariri, aunque asegura que no está en sus planes llevar su denuncia a la justicia.
Aunque no sucede en todos los casos con los acusados, esta vez, Le Bon decidió manifestarse públicamente sobre las declaraciones en su contra y ofreció una publicación en primera persona por medio de la fanpage de Facebook de la banda. Allí niega las palabras de Hariri y agrega:
“El comportamiento del que la señora Hariri me acusa, habría sido tan inapropiado e inaceptable en aquel momento, como lo es para mí hoy en día”.
Le Bon también asegura que Shereen lo había contactado a él meses atrás por esta cuestión, él le ofreció reunirse pero ella decidió directamente hacer pública su declaración.
La realidad es que la mayoría de los acusados que eligen defenderse públicamente niegan el testimonio de la mujer que tiene la valentía de contar su historia y en muchos casos se comienza a confirmar porque las acusaciones crecen y una declaración puede desatar el valor en otras mujeres para también hacer pública su acusación.