En vista del fallecimiento de uno de los más grandes genios de la historia de la ciencia, está surgiendo curiosidad por entender ciertos aspectos de su icónica figura.
Lo cierto es que, además de inteligente, resulta innegable que Stephen Hawking era bastante carismático. Todo esto pese a haber padecido desde los 21 años de ELA (Esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad que lo fue privando de la movilidad de la mayoría de su cuerpo, y finalmente, le hizo imposible el comunicarse por medio del habla haciendo uso de su garganta.
Si bien al comienzo el físico intentó darse a entender por medio de movimientos de sus cejas mientras otra persona le mostraba un juego de cartas especial, tal método resultaba en extremo complejo y poco práctico, sobre todo si se trataba de tener conversaciones fluidas y cotidianas. Stephen entonces comprendió que necesitaría de un sistema que constara de dos partes: una interfaz que convirtiera sus pensamientos a una computadora, y luego un dispositivo que diera sonido a esas ideas.
El primer sistema de ese tipo que pudo usar fue el Equalizer, un software diseñado por Words Plus que utilizaba a través de un Apple II. Por suerte, el científico siempre pudo controlar los movimientos de su pulgar y gracias a ello podía usar el cursor para seleccionar las letras que componían lo que quería decir. Podía así escribir hasta 15 palabras por minuto que después serían amplificadas por medio de un sintetizador de voz. Aquel sintetizador era el CallText 5010 de la compañía Speech Plus. El mismo se trataba de una versión más moderna de DECTalk, que era a su vez una evolución del MITalk, un algoritmo desarrollado por Dennis Klatt a principios de los ’80.
El sintetizador en cuestión ofrecía tres opciones de voces: una femenina llamada “Beautiful Betty”, otra infantil titulada “Kit The Kid”, y otra masculina denominada “Perfect Paul”. Era esta última la que usó durante casi toda su vida el laureado astrofísico en cuestión.
Años más tarde, cuando empezó a deteriorarse el uso de su pulgar, pasó a otro sistema que se basaba en el movimiento de su mejilla, el EZ Keys que tiempo después fue reemplazado por uno diseñado específicamente para Hawking por Intel: el ACAT (Assistive Context-Aware Toolkit) que actualmente es de código abierto.
En todo caso, a muchos les surge la duda acerca de por qué Stephen prefirió seguir usando un método de sonido de voz tan primitivo, siendo que llegadas las décadas siguientes se desarrollaron sistemas con voces más humanas y menos robóticas. Pero lo más probable es que el genio haya desarrollado una gran identificación con esa voz que el proveía el CallText desde hace varios años. Cambiarla hubiese sido quizá una decisión similar a la de cambiarse el rostro por completo, puesto que era su carta de presentación ante el mundo.
Cuando alguna vez le consultaron respecto de por qué no se pasaba a un sistema que le proveyera de un acento británico, como era el suyo naturalmente, él comentó haciendo gala de su sentido del humor:
“Con el acento americano tengo mucho más éxito con las mujeres”.
De cualquier modo, el comentado DECTalk no solo permite actualmente hablar, sino también cantar, y de hecho, se puede jugar con esta herramienta con su simulador en línea al que se puede acceder desde acá.