En 1960 The Beatles dio sus primeros pasos con una formación que incluía a John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Stuart Sutcliffe. En esa época, más precisamente en agosto, su mánager Allan Williams envió a la banda a Hamburgo (Alemania) para pulir sus habilidades y atraer a una audiencia fuera de su tierra natal. Y fue allí donde tuvo lugar un incidente que pudo haber puesto en riesgo la continuidad de Harrison como guitarrista de la banda.
Bruno Koschmider, dueño de varios clubes de la ciudad alemana, los contrató para que tocaran durante una temporada empezando en el club Indra y siguiendo luego en el Kaiserkeller. Pero previo al viaje, McCartney tuvo que buscar un baterista ya que la banda no tenía uno fijo. Resultó ser una tarea difícil, hasta que Harrison encontró a Pete Best.
Según rememora el sitio Far Out Magazine, a The Beatles no les gustaban los clubes de Koschmider ni cómo eran tratados y por ello decidieron hacer algunas travesuras que llegaron al extremo cuando la banda rompió el escenario del Kaiserkeller, club de música donde reemplazaron a Derry and the Seniors.
El escenario estaba hecho de tablones de madera equilibrados cuidadosamente en botellas de cerveza y los miembros se turnaron para saltar sobre él para poner a prueba su fuerza y ver quién podría romperlo primero. Esto, por supuesto, enfureció al dueño del club –Koschmider- cuyos hombres persiguieron a los miembros de la banda y los golpearon.
Poco después del incidente, el grupo recibió una oferta para tocar en el club Top Ten y la aceptaron sin dudar. El grupo rompió así el contrato con Koschmider para ir allí en octubre de 1960. Enfurecido por esta decisión, Koschmider reportó a Harrison por trabajar siendo menor de edad -tenía 17-, aunque técnicamente era algo que ya había hecho trabajando para él. El 21 de noviembre de 1960, Harrison fue deportado de Alemania y su posición en The Beatles corrió peligro.
Recordando el incidente en Anthology Harrison dijo:
“Tuve que volver a casa y eso fue justo en un momento crítico, porque nos acababan de ofrecer un trabajo en otro club, el Top Ten, que era un club mucho más cool. En nuestra hora libre del Kaiserkeller, íbamos allí a ver a Sheridan o a quien estuviera tocando. El mánager nos había liberado de Bruno Koschmider y ya habíamos tocado un par de veces allí. Había un ambiente muy bueno en ese club. Tenía un gran sistema de sonido, se veía mucho mejor y pagaban un poco más de dinero”.
“Aquí estábamos, dejando el Kaiserkeller para ir al Top Ten, realmente ansiosos por ir allí, y justo en ese momento vinieron y me echaron de la ciudad. Así que me estaba volviendo a casa mientras ellos se iban a este gran club”, agregó el guitarrista.
El viaje imprevisto dejó a Harrison con los bolsillos vacíos, ya que tuvo que gastar todo su dinero en transportes para volver a Liverpool. Sin embargo, y a pesar del incidente, Harrison recuperó su puesto tan pronto como pudo volver a viajar.