En 1966 The Beatles gozaban de una enorme popularidad y, como todo gran fenómenos cultural, por esos años la banda fue blanco de una gran controversia. Pocos meses antes de lanzar el disco Revolver, John Lennon fue entrevistado por Maureen Cleave para su serie “¿Cómo vive un Beatle?” que se publicaba en el London Evening Standard. Fue en esa ocasión que el beatle emitió un comentario “desafortunado” que le costó la cancelación por parte de varios grupos religiosos.
Hablando de sus ideas y del mundo que se vivía en aquel entonces, Lennon hizo deferencia al debilitamiento que sufría el cristianismo: “El cristianismo desaparecerá. Se desvanecerá y se encogerá. No necesito discutir sobre eso. Tengo razón y se demostrará que tengo razón. Somos más populares que Jesús ahora. No sé quién irá primero, rock ‘n’ roll o cristianismo. Jesús estaba bien, pero sus discípulos eran groseros y ordinarios. Son ellos los que lo arruinan para mí”.
Si bien el comentario no causó sensación en Inglaterra, fue en Estados Unidos -especialmente en el sur- que tuvo un fuerte impacto, generando que se organicen quemas de material relacionado a The Beatles de mano de grupos religiosos o que los mismo djs se complotaran para no promocionar su música. Incluso en Sudáfrica se prohibió la publicación de álbumes de la banda.
A raíz de la fuerte controversia, el manager de ese momento de los Fab Four, Brian Epstein, dio explicaciones a la prensa diciendo: “John está profundamente preocupado y lamenta que las personas con ciertas creencias religiosas se hayan sentido ofendidas de cualquier forma”. Al no cesar el ataque, el propio Lennon alegó que su comentario había sido mal interpretado, ya que sus palabras hicieron referencia a la popularidad de la que gozaba la banda frente a la poca adhesión al cristianismo que él percibía en ese momento:
“No soy anticristo, ni anti-religión ni anti-Dios. No estoy diciendo que seamos mejores o más grandes, o que nos comparen con Jesucristo como persona, o Dios como una cosa o lo que sea. Solo dije lo que dije y estaba mal, o me equivoqué, y ahora es todo esto”.
Esta situación sería solo el comienzo de una postura radical por parte de John, quien luego de separarse de The Beatles aumentó su compromiso político y, junto a Yoko Ono, hizo de su carrera musical una manera de posicionarse y militar ciertas cuestiones, especialmente la lucha por la paz.