En abril de 1963, The Beatles vieron a The Rolling Stones en vivo por primera vez. Los detalles de aquella noche fueron revelados por Keith Richards en el año 2003, cuando respondiendo consultas en su página web, uno de los fans le preguntó sobre su relación con la banda oriunda de Liverpool. Esa pregunta disparó un recuerdo bastante emotivo sobre la primera vez que los Fab Four los vieron tocar en vivo:
“Ellos vinieron a vernos. Fue en el Station Hotel, en Richmond. Ahí fue nuestro pequeño concierto, el único que teníamos realmente. Estábamos dándolo todo, la gente estaba pasando un buen momento y de repente me doy vuelta y veo a estos cuatro muchachos con abrigos de cuero, de pie ahí”.
Richards, quien a pesar de las décadas que pasaron parecía movilizado aún por el recuerdo, prosiguió: “Yo pensé: ‘joder, mira quiénes están ahí. […] Esto fue después de ‘Love Me Do’, quiero decir, en los inicios. Yo dije: ‘oh dios, ellos vinieron a vernos hombre’. […] Desde ese momento siempre fuimos buenos compañeros y siempre nos aseguramos de que nuestros singles no chocaran”.
Claramente, Richards quiso dejar en claro que no había rivalidad: “Colaboramos juntos para detener ese cabeza a cabeza y evitar esa idea de que o eras un fan de The Beatles o eras un fan de The Rolling Stones, lo cual era una mierda porque nosotros éramos muy similares. Todos reconocíamos eso y fue bueno porque nunca hubo una competencia entre nosotros, fue más una cooperación”.
Esto dejó en evidencia que, a pesar de lo que se decía y de algunas frases cruzadas de Lennon hacia los Stones, desde ambas partes había admiración y una gran relación.