El sábado 26 de septiembre se cumplieron 51 años del lanzamiento de Abbey Road, duodécimo álbum de estudio de The Beatles y uno de los mejores discos de la historia de la música.
Publicado en 1969 -pero grabado luego de Let It Be– este trabajo incluyó grandes temas como “Something”, “Come Together”, “Here Comes the Sun”, “Golden Slumbers”, “Carry that Weight” y “The End”, pero también es mundialmente recordado por su portada.
En ella, los cuatro beatles cruzan la calle Abbey Road (Londres) donde se encuentran los famosos estudios (antes llamados EMI Studios) en los que la banda grabó gran parte de sus trabajos. El impacto de la portada fue tan grande que miles y miles de personas llegan año a año a la calle londinense para emular la famosa imagen.
Sin embargo, la icónica foto también alimentó una de las teorías conspirativas más ridículas que se recuerden: la historia sobre la muerte de Paul McCartney. Durante mucho tiempo se dijo que el verdadero Paul había fallecido en un accidente de auto y el Paul que todos conocen es en realidad un doble llamado William Campbell.
Para justificar dicha teoría, que incluye mensajes secretos en varias canciones de la banda, mucha gente buscó significados ocultos en las portadas de los discos, en especial la de Abbey Road.
Como se puede ver en la imagen, John Lennon encabeza la caminata vestido de blanco, lo cual muchos relacionaron con la idea de un sacerdote que lidera la ceremonia de entierro. Detrás viene Ringo Starr, vestido de negro: para muchos el hombre de la funeraria o el “que llevaba el ataúd”. Luego sigue McCartney, descalzo, lo cual se relacionó con el hecho de que era un cadáver, mientras que por último está George Harrison, el “sepulturero”, cerrando la fila.
Esta locura fue desmentida varias veces por Paul (y la banda), pero en el 2018 el ex beatle decidió ponerle fin al “misterio” de sus pies descalzos explicando la verdadera razón por la cual no llevaba calzado. ¿Qué dijo Paul?
“Era un día muy caluroso y yo estaba usando sandalias, tal como lo hago hoy. Así que me las quité. Fue por el calor. Luego cruzamos. No hubo ningún significado especial”.
Por si alguno dudaba de las palabras de Paul, esto se pudo comprobar con otra imagen descartada para la portada en la que se ve a los cuatro cruzando la calle y McCartney tiene, efectivamente, las sandalias puestas.