A pesar de su corto tiempo juntos, The Beatles fue una de las bandas más prolíficas de la historia. En poco más de una década juntos, John Lennon y compañía lograron publicar doce álbumes que seguirían fascinando a sus seguidores hasta el día de hoy. Aún así, hubo canciones que requirieron de muchísimo trabajo hasta estar completamente listas, y un ejemplo es “Don’t Pass Me By”, el track que Ringo Starr se sentó a escribir unos cuatro años antes de que fuera grabado y lanzado en el LP de 1968, The White Album. (vía Far Out Magazine)
La canción del baterista de los Fab Four se mencionó por primera vez el 14 de julio de 1964, cuando el grupo fue invitado a actuar en el programa de radio de la BBC, Top Gear. Durante una introducción a “And I Love Her”, se le consultó a Starr si tenía alguna intención de escribir para el grupo, a lo que respondió que solo había plasmado en papel una. Al instante, Paul McCartney intervino cantando parte de la letra.
Luego, el tema se mencionó en una entrevista de radio que tuvo lugar en Nueva Zelanda, durante la cual Starr, en broma, trató de convencer al resto de la banda de “cantar el track que escribí”. Sin embargo, como ya mencionamos, tomó años para que la creación de Ringo fuera totalmente aceptada por su compañeros y, posteriormente, plasmada en un disco del conjunto de Liverpool.
“Escribí ‘Don’t Pass Me By’ cuando estaba sentado en casa”, recordó Starr una vez. “Solo toqué tres acordes en la guitarra y tres en el piano. Estaba jugando con el piano y luego, si llegaba una melodía y algunas palabras, tenía que seguir. Así sucedió”.
“Estaba sentado solo en casa y llegó la canción”, reiteró Starr. “La tocamos con actitud campestre. Fue genial conseguir mi primer tema, uno que yo había escrito. Fue un momento muy emocionante para mí y todos fueron de gran ayuda y grabar a ese violinista loco fue un momento emocionante”.
Aún así, entre el momento en el que Ringo escribió “Don’t Pass Me By” y los Beatles la grabaron, la banda vivió un período inmensamente creativo y, posteriormente, grabaron tanto material disponible como les fue posible. De hecho, fueron tan prolíficos durante este tiempo que George Martin intentó convencer a los chicos de que sería mejor reducir el álbum doble a una colección de pistas más acotada, pero de mayor calidad. Sin embargo, esta noción fue vetada por los demás.
Finalmente la canción se materializó, pero no sin experimentar algunos inconvenientes, como una serie de variaciones entre las versiones mono y estéreo de The White Album cuando se lanzó en 1968. La versión mono de “Don’t Pass Me By”, por ejemplo, era notablemente más rápida que la de la mezcla estéreo, que contenía más de las sobregrabaciones de violín improvisadas que habían sido cortadas para el master estéreo.
De hecho, el propio Ringo no estaba del todo satisfecho con el resultado final de su tema, al cual consideró que habían “toqueteado un poco” después de terminar una toma. “Cuando escuché que se reproducía al final de la sesión, esperaba que limpiaran ese fragmento, pero no lo hicieron. Me sorprendió mucho que lo mantuvieran, fue bastante terrible”, reconoció.