A la hora de crear canciones, cada banda tiene su manera de hacer las cosas. En el caso de los Beatles, conjunto en el que todos escribían y podían cantar, el acuerdo era simple: si escribías el tema, podías cantarlo en el disco. Sin embargo, como ocurre casi siempre, hubo una excepción a esa regla.
“Good Night”, la pista que cierra el disco conocido como The White Album, fue escrita por John Lennon como una canción de cuna para su hijo Julian, pero no fue él quien se encargó de interpretarla en el LP, sino que la responsabilidad de la parte vocal recayó sobre Ringo Starr.
El motivo por el cual el ex de Yoko Ono decidió cederle el lugar detrás del micrófono al baterista de los Fab Four fue por la reputación del frontman. “A pesar de ser considerado como uno de los rostros más famosos del planeta, Lennon siempre fue un poco inseguro”, afirma el citado medio.
“Ya fuera de su lugar dentro de la banda, habiendo sido su líder inicialmente, o de hecho su lugar dentro del gran paisaje del arte en sí mismo, Lennon siempre sintió que estaba en terreno inestable. Para 1968, se había ganado la reputación de ser un rockero sin restricciones que expresaba sus opiniones subversivas y extravagantes a través de su música. Incluso remontándose a su infancia en los barrios obreros de Liverpool, John, como la mayoría de los chicos que lo rodeaban, cultivaba desesperadamente una imagen dura. Quizás tenga sentido entonces que él no quisiera ser percibido como ‘suave’”.
Por su parte, Starr, tiempo después de grabar la canción, comentó que esta salía del repertorio habitual de Lennon. “Todo el mundo piensa que Paul escribió ‘Good Night’ para que yo la cantara, pero fue John quien la escribió para mí. Tiene mucha alma, John la tiene”, declaró.
Paul McCartney, por su lado, comentó en 1968 que “John lo escribió, principalmente. Es su melodía, lo que es sorprendente para él, porque normalmente no escribe este tipo de melodía. Es una muy dulce y creo que Ringo la canta muy bien. El arreglo fue hecho por George Martin, porque él es muy bueno en ese tipo de cosas, un arreglo muy dulce y exuberante”.
Aunque el track terminó siendo interpretado por Starr, algunos privilegiados que estuvieron en el estudio durante los días de grabación del disco tuvieron la oportunidad de escuchar a Lennon hacer lo propio con su creación. De hecho, Macca afirmó en 1994: “Creo que John sintió que cantarla no sería bueno para su imagen, pero fue fabuloso escucharlo hacerlo. La cantó genial”.
“Lo escuchamos cantarla para enseñársela a Ringo y lo hizo con mucha ternura. John rara vez mostraba su lado tierno, pero mis recuerdos clave de John son de cuando era tierno, eso es lo que me ha quedado, esos momentos en los que demostró ser una persona muy generosa y amorosa. Siempre cito esa canción como un ejemplo del John debajo de la superficie que solo vimos ocasionalmente… No creo que su versión haya sido grabada alguna vez”, sentenció.