The Beatles vivieron las locuras de los 60 con un éxito que superó al de cualquier otra banda. Con mucho dinero en el bolsillo, fama y una actitud joven, los Fab Four se llevaban el mundo por delante. Fue así que una vez en 1967, sus integrantes viajaron a Grecia y decidieron que querían comprar una isla. En un delirio causado por el uso constante de ácido, la idea les pareció muy buena y lo cierto es que dinero no les faltaba.
George Harrison habló de este alocado momento en el Anthology y relató cómo estaban viviendo la experiencia: “Fue un viaje increíble. John y yo estuvimos de ácido todo el tiempo, sentados en el frente del barco tocando el ukelele. Grecia estaba a la izquierda; una isla grande a la derecha. El sol brillaba y cantamos ‘Hare Krishna’ durante horas. Eventualmente, aterrizamos en una pequeña playa con una aldea, pero apenas nos bajamos del bote empezó a llover. Había tormenta y rayos, y el único edificio en la isla era una pequeña cabaña de un pescador así que le pedimos si podíamos quedarnos en su cabaña”.
Según su relato, el plan era quedarse a vivir allí juntos, con todas las comodidades y hasta con lugares pensados para la creatividad. Incluso pensaron un plan para llevar dólares a Grecia y hacer la transacción con el gobierno de Grecia.
Como cualquier idea que nace de la euforia del momento, murió instantáneamente para pasar a la próxima excentricidad: “No llegó a nada. No compramos una isla. Éramos geniales para irnos de vacaciones con grandes ideas, pero nunca las llevábamos a cabo. También íbamos a comprar una aldea en Inglaterra, una de esas con filas de casas en los cuatro lados y una aldea verde en el medio. Íbamos a tener un lado cada uno” fue el testimonio de Ringo.