A comienzos de los años sesenta, The Rolling Stones fue un gran fenómeno de la música británica que no era conocido en el resto del mundo. Al igual que The Beatles, la formación liderada por Mick Jagger necesitaba la aprobación del público estadounidense para expandirse luego a otras latitudes. Y aunque el grupo de Londres viajó a Norteamérica durante 1964, esa visita no fue ni la mitad de exitosa de lo que ellos esperaban.
De hecho, la estadía de los Stones durante el verano de 1964 en los EE.UU fue descrita por Bill Wyman como “un desastre”. En esa oportunidad, los músicos ingleses aparecieron en televisión en The Hollywood Palace de Dean Martin, pero en vez de brindar una presentación impresionante, ellos fueron ridiculizados por el anfitrión, quien bromeó sobre su música y apariencia.
Afortunadamente, meses más tarde los rockeros tuvieron su revancha durante su segunda visita al país durante octubre de ese mismo año. Esa vez, decenas de fans arribaron al aeropuerto JFK para recibirlos, y su participación en el show de Ed Sullivan fue recibida con gritos frenéticos y mucha emoción de la audiencia.
Por entonces, la banda arrancó con un cover de “Around and Around” de Chuck Berry, y más adelante interpretó “Time is on My Side”, canción que saltaría hasta el número seis en las listas de Billboard y que le abriría las puertas del éxito internacional. Tanto así, que el propio Jagger reconoció luego en una entrevista:
“Ed nos dijo que era la audiencia más salvaje y entusiasta que había visto a cualquier artista en la historia de su espectáculo. Nos llegó un mensaje de él días después, que decía: ‘Recibimos cientos de cartas de padres quejándose de ustedes, pero miles de adolescentes diciendo cuánto disfrutaron de su actuación'”.
Podés disfrutar de un video que registra esa mítica puesta en escena más arriba.