Cuando Prince falleció el 21 de abril del 2016, muchos artistas tomaron las redes para dar sus condolencias y emitir mensajes de amor hacia el músico, entre ellos Keith Richards. El guitarrista de The Rolling Stones había escrito en su momento: “Un talento único. Un original. Tan triste, tan repentino. Y voy a agregar, un gran guitarrista. Todos lo vamos a extrañar”.
Sin embargo, y yendo atrás en el tiempo, Richards no siempre se mostró amable con Prince, especialmente tras un incidente ocurrido en octubre de 1981. De acuerdo al sitio Far Out Magazine que rememora los eventos de aquel entonces, todo comenzó cuando Mick Jagger invitó a Prince para abrir los shows de su banda en el L.A Coliseum. El primer concierto fue el 9 de octubre y Prince subió al escenario con su banda, la cual posteriormente pasaría a llamarse The Revolution.
Antes siquiera de empezar a tocar, Prince empezó a sentir resistencia por parte del público, el cual parecía molesto por su manera de moverse y de vestirse: una chaqueta traslúcida, botas altas hasta el muslo y la pieza inferior de una bikini color negra. El cantante, enojado por la manera en que lo trató la audiencia, terminó llorando en su camarín y se negó a volver al escenario para el siguiente show, aunque Jagger logró convencerlo.
Nuevamente en el escenario, Prince volvió a ser abucheado. Resignado ante un público ofensivo que no parecía dispuesto a escucharlo, cerró el show con el tema “Why You Wanna Treat Me So Bad?” en clara referencia al maltrato que había recibido.
Después del show, Prince aparentemente describió a los fanáticos como “sin gusto para la música y mentalmente retrasados”, comentario que molestó a Richards. El guitarrista, lejos de ponerse en sus zapatos y defenderlo por lo que había sufrido en el escenario, decidió echar más leña al fuego y declaró:
“Un enano sobrevalorado, Prince tiene que descubrir qué significa ser un príncipe. Ese es el problema con otorgarte un título a vos mismo antes de haberlo demostrado. Su actitud cuando abrió para nosotros fue insultante para nuestra audiencia. No puedes intentar rebajar al artista principal cuando estás tocando frente al público de los Stones. Es un príncipe que se piensa que ya es un rey. Buena suerte para él”.
La controversia no terminó ahí. Años después, Richards continuó con su desprecio hacia el músico y dijo:
“Para mí, Prince es como The Monkees. Creo que es muy hábil para manipular el negocio de la música y del entretenimiento. Creo que le interesa más eso que hacer música. No veo mucha sustancia en las cosas que hace”.
A pesar del emotivo mensaje que escribió tras el fallecimiento de Prince, sin duda estos viejos comentarios no lo dejaron bien parado a Richards, quien eligió defender el comportamiento repudiable del público de aquel entonces en vez de mostrar empatía por su colega.