Aunque a los que vivos esta cinta siendo niños nos resulte difícil de creer, ya han pasado nada menos que 20 años desde el estreno de Titanic, película que en sintonía con su nombre fue un acontecimiento colosal en la industria del cine del siglo XX.
Si bien el filme ha envejecido bastante bien y aún hoy aún la evocación de algunas de sus escenas resulta emocionante para más de uno, en un diálogo reciente para el programa radial Unspooled, Danny Nucci, actor encargado de interpretar el rol de Fabrizio, el mejor amigo de Jack (Leo DiCaprio) en la película comentó que el director de ese largometraje, James Cameron, es “un gritón”.
Cabe resaltar que Nucci tenía 28 años al momento de rodaje de tal producción, no obstante, el actor resaltó que el duro carácter de Cameron “te atemorizaría igual aunque tuvieses 50”. Más adelante, esclareció su afirmación al explicar que lo admira por su gran tesón:
“Quiero decir, tenés que entender que se trata de un genio. Él puede prácticamente hacer el trabajo de todos”.
En todo caso, después reiteró que las condiciones de filmación fueron bastante demandantes, incluso un tanto “miserables”. Aquel adjetivo fue el que usó para referirse a las extenuantes jornadas con bajísimas temperaturas y agua muy fría bajo las cuales grabaron la escena en la que Jack sube a proa del barco y grita “¡Soy el rey del mundo!”.
En cuanto la canción insigne de esta creación “My Heart Will Go On” de la canadiense Celine Dion, no ocultó su aversión por ella al señalar:
“Siendo sincero, debo decir que no soporto esa canción. No puedo escucharla”.
Asimismo, el artista recordó el dramático final de su personaje, fallecería bajo una de las chimeneas del Titanic mientras este desciende a las profundidades del Océano Atlánico. Él entonces se aventuró a calificar tal hecho como gracioso y señalar que le dijeron desde la producción:
“Primero, vas a aparecer tanto en la película y segundo, estamos cambiando el final”.
Más allá de todos estos comentarios, reconoce que dicho papel fue crucial en su trayectoria como actor. Y no es para menos, se trata de un metraje que ya es icónico.