Terminó el Primavera Sound 2015 y un año más toca poner en negro sobre blanco las experiencias vividas, que son muchas y muy variadas. El festival cumplía 15 años de andadura. Son ya unos cuantos años a sus espaldas y el balance no está nada mal: el evento se encuentra en la primera línea de festivales a nivel mundial. Cada año el festival es más grande. El Parc del Fòrum sigue siendo la principal localización, pero en realidad toda Barcelona se transforma para acoger al festival. Así, hemos podido disfrutar de iniciativas como el “Primavera als Bars”, el “Primavera als Barris” y “Els Vermuts del Primavera al Parc”, en el Parc de la Ciutadella. Todas estas actividades paralelas son gratuitas y hacen que el espíritu del Primavera Sound invada la ciudad durante unas cuantas semanas.
El Primavera Pro, el encuentro de profesionales de la música integrado en el festival, cumplía 5 años, y para ello establecía el MACBA como centro de operaciones. Conferencias, encuentros de profesionales y congresos internacionales de sellos independientes se han desarrollado estos días en Barcelona.
Primeros días
El pistoletazo de salida en sala tuvo lugar el lunes 25. Nosotros fuimos al acalorado concierto que ofrecieron los daneses Iceage en la Sala Apolo. Y en su favor tenemos que decir que el directo muestra un sonido contundente. El vocalista Elias Bender Rønnenfelt se comió el escenario, totalmente metido en el papel. Se desgañitó cantando la mayoría de las piezas que conforman su último trabajo, Plowing Into the Field of Love (2014, Matador).
Destacado fue también el concierto de los míticos OMD en el Parc del Fòrum el miércoles 27. Un compendio de temas de siempre que la gente disfrutó, sobre todo porque abrieron con su mítica Enola Gay. Eso sí, el riesgo de empezar con tu tema insigne es que la intensidad de la audiencia no será la misma el resto del concierto. Algo que no importó a Andy McKluskey, el cantante y bajista de la mítica banda, que se mostró muy animado durante todo el recital.
Jueves 28
Llegamos puntuales al Fòrum para intentar empaparnos del máximo posible de bandas, todas las que nuestro cuerpo, o nuestros pies, fueran capaces de aguantar.
Decidimos abrir la jornada con los murcianos Perro, nuevos representantes de la ola de bandas noise que están arrasando. Su primer LP, Tiene Bacalao, Tiene Melodía, es una buena carta de presentación, con temazos como “La Reina de Inglaterra“, capaces de hacer bailar al más parado. Buena opción para ponerse las pilas bajo el sol que arreciaba a esas horas.
Muchos son los grupos que han aterrizado primero en el Primavera Club, siendo aún desconocidos, para luego regresar al Primavera Sound. Es el caso de bandas como Beach House o Mac DeMarco. Pues bien, el cuarteto londinense Childhood, que pasó por el Primavera Club, actuó este año nada menos que en el escenario Heineken. Su pop fresco atrapa con canciones como “Blue Velvet” o “As I Am“.
Con el ritmo en el cuerpo nos desplazamos al escenario contiguo, el Primavera, para ser testigos del directo de Baxter Dury. El vástago del mítico Ian Dury, alcanza una estupenda madurez con su último trabajo, It’s a Pleasure (2014), en la misma línea de Happy Soup (2011), con toques afrancesados y la dulce voz de la teclista, que lleva también bastante peso de la puesta en escena. “Pleasure” o el gran tema “Claire” hicieron las delicias de todos los allí presentes. Aunque la mejor parte llegó con su gran “Cocaine Man“, de su Floor Show (2005). Excéntrico y elegante, con un castellano nefasto que en seguida reemplazó por su inglés super británico, Baxter convenció.
Poco después llegó el turno de una de las grandes sorpresas del Primavera Sound 2015. Aunque en realidad de sorpresa tiene poco. Benjamin Booker tiene mucho más de gran promesa. Este chico toca la guitarra como los ángeles. Su poderosa voz y su estilo, que va del blues rock al garage, nos transporta a los años dorados de Chuck Berry. Su primer LP, homónimo, ya lo ha catapultado al olimpo del éxito, de donde esperamos que no se mueva por mucho tiempo. Bailamos y vibramos con este fenómeno de Virginia afincado en Nueva Orleans. Su nombre queda ya como una de las revelaciones de esta edición del Primavera Sound, ahí es nada.
El jueves fue un gran día, o al menos así lo vivimos nosotros. El ATP fue el escenario, antes de que cayera el sol, de otro de los mejores. Hablamos del gran Thurston Moore. El cofundador de Sonic Youth no necesita presentación. Pero es que además, para su regreso en solitario, ha fichado al que fuera el batería de Sonic Youth, Steve Shelley y a Debbie Googe, bajista de My Bloody Valentine. Acompañados del británico James Sedwards, han firmado el muy buen disco The Best Day (2014). Grandísimo el tema “Speak to the Wild“. Esos solos de guitarra nos capturan en un bucle del que no queremos salir. Embelesados disfrutamos de una actuación que, si tuvo algo de malo, fue su duración. Ya se sabe que en los festivales los conciertos son más cortos. Pero este se hizo más corto aún.
Otro de los contras de este tipo de festivales son las “solapaciones”. Así, mientras Thurston rasgueaba la guitarra en el ATP, los míticos The Replacements actuaban en el escenario Primavera.
Sin tiempo para reaccionar encaminamos nuestro destino a las notas de rock revival y estilo personalísimo de Mikal Cronin. Colaborador de Ty Segall, fue también miembro de bandas como Okie Dokie, Epsilons, Party Fowl o Moonhearts. El bueno de Mikal desglosó los mejores temas de su carrera en solitario, de trabajos como MCII y MCIII entre otros. Su rock californiano insufla buen rollo en vena e invita a escucharlo sin fin.
Y después de esta dosis de positividad llegaba el momento de ponerse melancólico. Así lo decidió el calendario. A las 22:20h el escenario Heineken se transformó en un auditorio para recibir a Anthony and the Johnsons, que venía acompañado, nada más y nada menos que de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña. Enfundado en una túnica blanca presidió el escenario y, como un mago, consiguió enmudecer a las miles de personas allí congregadas. Su tremenda voz y su sensibilidad son únicas y el espectáculo nos puso la carne de gallina. El ángel Anthony supo combinar el repertorio con temas como “Cripple and the Starfish” o la versión orquestal de el famoso “Blind” de Hercules & Love Affair, “You are My Sister” y por supuesto la maravillosa “Hope There’s Someone“, que dejó para cerrar, como no podía ser de otra manera. Podríamos decir que esta fue la mejor actuación del jueves y de las mejores del festival. Un lujo.
Black Keys era uno de los platos fuertes de la noche. Dan Auerbach y Patrick Carney cumplieron pero se esperaba más de ellos. El sonido no fue su mejor aliado en la noche del jueves. Aun así pudimos disfrutar de sus mejores temas como “Dead and Gone“, con la que abrieron, “Gold on the Ceiling“, “She’s Long Gone” o por supuesto “Lonely Boy“. Los de Akron cumplieron, no por nada son uno de los dúos del rock más laureados de los últimos tiempos. Eso sí, nos tenían acostumbrados a mejores directos.
Del resto de la noche, unos de los más celebrados fueron fueron los británicos Jungle, que habían pasado con éxito por el Primavera Club y conquistaron el Primavera Sound.