El fin de semana pasado se llevó a cabo una nueva edición del Buenos Aires Trap, el festival que celebra no solo al género musical, sino también su auge nacional y a los artistas que lo forjaron. Durante sus dos jornadas, más de 100 mil personas se acercaron al Parque de la Ciudad para ser testigos de un momento histórico en el movimiento del trap en Argentina.
Este año, el festival dirigido por el sello Dale Play Records tuvo desde presentaciones consagratorias y momentos de gran emoción hasta algunos regresos muy esperados por el público. Todo esto convirtió al Buenos Aires Trap en un suceso categórico, con miles de jóvenes que se hicieron presentes en el predio porteño para cantar, saltar y bailar junto a sus ídolos.
En esta edición, Pepsi se hizo presente no solo como sponsor oficial del evento con activaciones deslumbrantes en el corazón del predio, sino también con una propuesta renovada y rebautizada bajo el clásico emblema de Pepsi Music, demostrando su capacidad de reinventarse y conectar con las nuevas generaciones.
De la mano de Pepsi Music, en Indie Hoy recorremos los momentos más destacados del Buenos Aires Trap.
Ganas de experimentar y poguear
El primer día del festival comenzó fuerte y al medio con propuestas diferentes y atractivas por igual, esparcidas en los diferentes escenarios.
Uno de los primeros grandes nombres en aparecer fue el de Saramalacara pasadas las 4 de la tarde, quien se subió a las tablas con la firmeza y despreocupación que la caracteriza y un sentido cariño hacia su público o, como ella los llama, su “culto”. Con una estética gótica y kawaii, la artista comenzó con “Budokai Tenkaichi”, para seguir con otras canciones como “Fotolove!“ y “Water” junto a Taichu. Sin duda, uno de los momentos más destacados de su presentación se vivió cuando la rapera decidió tatuarse ella misma sobre el escenario las palabras “mi culto”, sobre su muslo derecho.
Inmediatamente después llegaron los Swaggerboyz y se llevaron puesto absolutamente todo a su paso. Irreverentes, divertidos e irresistibles como siempre, la dupla caótica conformada por Agusfortnite2008 y Stiffy llegó al escenario principal con una propuesta tan efusiva como disruptiva, digna de sus shows en vivo. Los referentes del plugg armaron uno de los pogos más grandes del festival, llevaron su propia “milf”, y se tiraron al público cual estrellas de rock para fundirse entre la multitud.
A las 5 de la tarde llegó el turno de Acru y Knack. El primero de ellos, ícono indiscutido de la cultura del freestyle, interpretó éxitos como “Vudú”, “Padre Nuestro” y “Román” con una cadencia punzante e inquebrantable. Al mismo tiempo, el MC uruguayo se subió al escenario Hispa con una dedicación absoluta. “Hace cuatro años estábamos viendo el Buenos Aires Trap por streaming y ahora estamos acá”, destacó ante su público y brindó una catarata de barras y flow con canciones como “Kapsuleo”, “Poka luz” y “Un ratito”.
En el mismo escenario que Knack, pero una hora después, se presentó Six Sex con una propuesta completamente diferente a todo lo que se había hecho hasta ese momento en el festival. En un conjunto blanco de encaje, un cuerpo de bailarinas y un magnetismo hipnótico, la artista argentina deslumbró con su sensualidad y actitud incendiaria. La impulsora del neoperreo recorrió algunos de los temas clave de su corta pero intensa carrera, como “Área 69”, “Ay papi” y “4 novioss”, para luego recibir a Juana Rozas, con quien interpretó “I’m a Star”, y a Fiah, con quien cantó “XOBXO”. Un despliegue exuberante de electrónica, twerking y provocación.
Respeten los rangos
Ya para cuando el sol caía y una multitud colmaba el Parque de la Ciudad, el festival recibió a Bhavi en uno de sus dos escenarios principales. Fiel a su estilo y energía, el trapero presentó un show teatral y performático con escenografía, bailarines, disfraces y máscaras inspirados en un mundo de fantasía donde todo puede ocurrir y que supo construir bajo el nombre de Bhavilonia. Allí, en su propia tierra, Indra Bhavalan hizo lo que se le dio la gana: saltó por aires, invitó amigos al escenario y le regaló al público del Buenos Aires Trap una de las puestas más distintivas de la jornada.
A medida que los últimos destellos del sol se despedían del Parque de la Ciudad, Neo Pistea se hizo presente en el festival y desató la euforia del público. Con una bandana en la cabeza, cadenas y una musculosa negra, el integrante de Modo Diablo desplegó toda su energía y locuacidad con un setlist conformado exclusivamente por tracks efusivos y portentosos como “Criminal”, “Vuelta a la luna” y “Messi”. A diferencia de algunos de sus shows previos, el artista no necesitó más que una pista y un beat para despertar al público y desencadenar una de las presentaciones más decisivas de la primera jornada del evento. Bonus track: subió a los Swaggerboyz para interpretar “Mejoralito” y cerró su show con el broche de oro de “Tumbando el club”.
Ya entrada la noche, llegó el turno de Nicki Nicole, quien fue recibida con una ovación. Junto a su ya clásico cuerpo de bailarines que la acompaña en todos sus shows, la rosarina aprovechó la ocasión para presentar las canciones de su más reciente disco de estudio, Naiki, donde regresa al rap que la vio nacer. La escenografía acompañó esta temática, y Nicki dejó a un lado la emoción de sus discos previos para mostrar una faceta más desinhibida y suelta. Aun así, tampoco faltaron algunos de los temas favoritos de su público que la convirtieron en una estrella, como “Colocao”, “Wapo traketero” y una versión rockera de “Mamichula”. Además, contó con la participación de Tiago PZK y Lit Killah para una versión acotada de “Entre nosotros”, y de Khea, con quien cantó a dúo “We Love That Shit”.
El cierre del primer día del Buenos Aires Trap no podía estar en manos de nadie más que de Duki, quizás el mayor referente del movimiento que llevó al trap argentino a conquistar nuevas fronteras. Poco antes de las 23 horas, los dos escenarios principales del festival se tiñeron de rojo fuego y el logo de Ameri, su nuevo LP, apareció en la pantalla central.
Si bien el trapero comenzó con “Nueva era”, un tema de su disco más reciente, optó por rendir homenaje al festival y presentar un setlist dedicado a los fanáticos de su primera época con Modo Diablo, con temas como “Rockstar”, “Ballin’” y “LeBron”. A diferencia de sus shows en Vélez o River, Duki recuperó la actitud de sus primeros discos en esta presentación, despojada de su banda y valiéndose únicamente de los beats y su energía sobre el escenario.
En su presentación, Duki convocó a un puñado de amigos de la vieja escuela para interpretar algunos clásicos como Neo Pistea, quien se subió para cantar “Wanda Nara” y “Quavo”; C.R.O., con quien interpretó “Hijo de la noche” y “Harakiri”; y Khea, quien se hizo presente una vez más en el escenario para cantar a dúo “Hitboy”. Para la recta final del show, sonaron “Hello Coto”, “Givenchy”, “Malbec” y “Goteo”; sin embargo, la elegida para el cierre triunfal fue la melancólica y poderosa “She Don’t Give a Fo”.
Hotcore y hitboys
Si la primera jornada del festival fue exhaustiva, la segunda no se quedó atrás. Lara91k fue una de las primeras artistas en presentarse y lo hizo acompañada por una banda de sesionistas talentosos, visuales psicodélicas con recortes de chats y personajes de videojuegos, y canciones sensibles para ablandar los corazones. Lara interpretó temas como “Estás en mi sistema”, “Me perdí” y “Peli de terror”, sin antes colgarse su guitarra para tocar “Nube” e invitar a Julieta Venegas para una versión sentimental de “Un día”.
Un rato después llegó Taichu con su hotcore avasallante y una propuesta casi antagónica a la de la artista oriunda de Pinamar. Con un jogging deportivo y un corpiño naranja, acompañada por la DJ Anita B. Queen en la cabina y la performance de un puñado de bailarines que twerkearon junto a ella, la hot diva puso a la audiencia a bailar al ritmo de hits intensos como “Presión”, “Gabanna”, “Hi-c” y “Tic tac”. Tampoco faltaron las invitadas: se subió Juicy Bae para interpretar “Rojo sangre” y Akriilla para cantar “Popper!”. El cierre fue una fiesta de desenfreno y energía con “Payday” y “Noche de sateo”.
Después de hacer varias apariciones durante la tarde y noche del sábado, finalmente llegó el momento de Khea. El artista de 24 años se subió al escenario vistiendo una balaclava negra y estuvo acompañado únicamente por un DJ que, desde una cabina con la cabeza de un búho cromado, le tiraba las pistas y saltaba al compás de sus barras. El trapero interpretó temas recientes y algunos de los ya clásicos himnos del trap local que incluso habían sonado la jornada del día anterior, como “Hitboy” y “Tumbando el club”. Si en el primer día fue el invitado principal de varios shows, algunos de sus colegas, como Nicki Nicole y Bhavi, le devolvieron la gentileza apareciendo en su show.
La Zowi, sin duda alguna, fue la protagonista del escenario Hista en el segundo día del festival, con un show comandado por su impronta decidida, dominante, y con un top que rezaba “I <3 Orgasms”. Con una propuesta austera pero eficaz, enfocada solo en su magnetismo y energía, la artista franco-española brindó una dosis justa de perreo y trap puro y duro con hits bailables hasta el piso de la talla de “Bitch feka”, “Mis putas lo mueven”, “Filet mignon” y “Bobo”.
Milo, Biza y el regreso de la jefa del trap
El regreso de Cazzu a los escenarios fue uno de los puntos cúlmine del Buenos Aires Trap. Tras su año y medio complicado a nivel personal, la artista reapareció con un show explosivo, emocionante y contundente que dejó en claro que la artista volvió para quedarse. La artista jujeña le hizo justo honor a su título como la “Jefa del trap”, y lo hizo notar con cada interpretación de su set. “Para mí, es un placer volver a los escenarios en un marco como este. Espero que lo estén haciendo valer”, confesó ante los gritos de “¡Jefa, jefa!” y “¡Gracias por volver!”.
A lo largo de su presentación, Cazzu interactuó con su gente y les agradeció por haberla esperado todo este tiempo y se dirigió al público joven para contarle: “Mi primer Buenos Aires Trap fue hace muchos años. En ese momento no había muchas chicas haciendo trap. Y si las había, no estábamos en ese escenario. Yo era la única, por lo menos en los horarios más importantes”. Por otro lado, invitó a los hombres de la audiencia a bailar y disfrutar la música interpretada por una mujer, justo antes de pasar a interpretar “Loca” junto a Khea, el único invitado de la noche, “Chapiadora” y otros grandes clásicos del trap local.
Minutos después de las 9 de la noche, le llegó el turno a Milo J, uno de los artistas más jóvenes en presentarse en el festival, con un horario privilegiado en la grilla. El oriundo de Morón se subió a uno de los escenarios principales del festival para hacer un recorrido por toda la música que ha publicado en estos últimos dos años de carrera, donde, además, su fama y prestigio crecieron de forma exponencial.
Lejos, muy lejos, quedó aquel Milo tímido y quieto; ahora, el artista se muestra suelto y sin vergüenza, haciendo suyo el escenario que supo ganarse. Abrió su presentación con “No soy eterno” y, tras interpretar “Vida de rock”, el cantautor invitó a Nicki Nicole al escenario para interpretar su hit titulado “Dispara”. Con un despliegue de talento y virtuosismo vocal, Milo demostró que el camino es largo y todavía tiene mucho que dar, aunque para un chico de 18 años, el lugar que hoy ocupa es inmejorable.
Como ya estaba anunciado, el cierre de la segunda jornada y del festival en general estuvo a cargo de Bizarrap. Allí, las 50 mil personas que concurrieron al último día del evento se reunieron para un bacanal a puro trap. Después de unos temas encendidos, incluyendo las sesiones de Duki, Nathy Peluso, Villano Antillano y Ptazeta, Biza recibió al primer invitado de la noche: “Sé que muchos de los que están esta noche acá me están acompañándome desde el principio, por eso quería invitar a alguien que estuvo conmigo desde el principio para ser el primer invitado de la noche. Saluden a Mesita”. Luego ambos hicieron la sesión número 12 con el público enardecido.
Cuando su presentación parecía estar a punto de terminar, con su sesión junto a Quevedo (por lejos, su canción con más reproducciones en plataformas), Biza sorprendió a todos y rompió el esquema con una última sorpresa: invitó a Dillom, quien le cedió el lugar en el escenario para que interpretara su sesión y juntos culminar el festival con uno de los mejores pogos que tuvo esta memorable e histórica edición.