Ni la lluvia ni el frío impidieron que las personas que llenaron Beatflow disfrutaran y volaran con los shows de Francisca y Los Exploradores y Coiffeur. Tampoco pudieron contra el baile y la conversación, al ritmo de las canciones pop rock del DJ set de Bruno Kone. Además, hubo una feria de sellos y editoriales, una expo de fotografía y una performance artística.
El primer show fue el de Francisca y Los Exploradores. Su cantante y compositor, Franco Saglietti, apareció con una pistola de juguete con luces y sonidos, y un gran sombrero que ocultaba su rostro. Su proyecto solista deslumbró con su carisma y liderazgo en el escenario; empezó a cantar en forma intimista, incluso a tocar sólo con su guitarra acústica -“Virgen”- hasta mostrar una actitud más punk, bebiendo de una petaca y gritando en su canción “Gorila”, con un segmento de “Mejor no hablar de ciertas cosas” en homenaje a Sumo. También se destacó la calidad musical de su banda, que permite que Franco brille aún más. En este sentido, el músico manejó los diversos climas que proponen sus canciones. Si bien algunas canciones remiten a la tradición cancionera del rock nacional –algo de Charly García en “Quiero dormir” y algo de Andrés Calamaro en “Aspirinas”-, también se percibe un aire fresco por el uso de un sintetizador que le da la posibilidad de jugar con su voz, aparte de su personalidad intensa y su inquietud sobre el escenario. Hacia el final, tocó “El Destino”, una canción en la que participa Adrián Dargelos en voz -aparte de ser el productor de su ultimo disco Franco– y que parece hecha a su medida.
Como si fuera poco, para el cierre del ciclo apareció Coiffeur o el mejor solista de nuestro pop actual, aunque los grandes medios miren -o más bien escuchen- para otro lado. No es sólo un músico pop; es un artista. Lo demostró en primer lugar con su alta calidad musical, y atento a los detalles de la forma más natural. También, con el magnetismo de su forma tranquila y de pocas palabras; que sabe comunicarse perfectamente a través de la música. Su actitud muestra cierta humildad, y su voz, una dulzura inmensurable. El público disfrutó bailando al ritmo incesante de sus canciones. Coiffeur, junto a su baterista Luciano Carbone –que al estar lesionado tocó a la perfección con una mano- presentó un show impecable, basado en su último LP Conquista de lo inútil. Sus canciones electropop oscilaron entre el tecno bailable -“Guarida”, “Ovo”, “Nudo”, “Simulacro”- el minimalismo electrónico –“Oxígeno”, “Pieles”- y el pop bien arriba con “Damero”. Así logró que los cuerpos de los presentes no dejaran de moverse, ni que sus fans dejaran de cantar. La reversión de “Crujen”, con el beat electrónico y la guitarra rítmica precisa, fue uno de los momentos más álgidos.
Cuando parecía que el show había terminado, los más notalgiosos, gritaban “¡Una de las primeras!”, en referencia a su etapa folk pop que enamoró a tantos. “¡Te amo!” se pudo escuchar repetidas veces. Entonces, Coiffeur volvió con su guitarra celeste y cantó “¡Qué mala suerte!”, una de sus grandes canciones de su LP No es. Así el público cantó al unísono, con nostalgia pero también con disfrute de su nueva etapa; su calidad musical, su atractivo y humildad increíbles son cualidades difíciles de encontrar.
Así fue el cierre de la primera edición del ciclo IndieHoy, que promete repetirse con más artistas de la escena indie nacional.
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Fotografía principal: Tamara Larrañaga