Meter dos fechas seguidas siempre es un desafío interesante para cualquier banda. Un formato al que el público argentino está acostumbrado en otro plano, con bandas como La Beriso anunciando recientemente cerrando 8 fechas en Obras. Esta vez la banda canadiense BADBADNOTGOOD pudo tocar dos días seguidos en Niceto, y en la última, presentando a quienes los veían por primera vez, y a quienes repetían la dosis, un show emotivo, lleno de grandes clímax y momentos de brillantez individual en cada uno de los músicos que visitaban por primera vez el país.
De entrada contrastaban las dos fechas: Louta abriendo la primera y Kraneando la segunda en el lado B. La primera opción quizás más afín con el público característico de Niceto, pero la segunda haciendo énfasis en algunos trabajos de la banda, como su tema “Lavender” con Snoop Dogg y el disco que hicieron junto a Ghostface Killah. Entonces quizás esto le daba mas “forma” a las fechas. Esta vez el público sí podría tener en cuenta a quien abría para decidir que día ir.
Ya adentro el ambiente era de espera, ansiedad y emoción. Esto sufrido por un público muy diverso, de varias edades notablemente marcadas: el jazz no conoce de edades. La banda salió pasadas las 10 y media de la noche, una luz tenue se reflejaba sobre Leland Whitty que le daba arranque al show con su saxofón para ser acompañado por sus colegas, abriendo el show oficialmente con “Confessions“, tema en el que Whitty solo era un colaborador en el 2010. Hoy es un miembro más de la banda y le daba apertura a un show que sería un derroche de técnica y habilidad de los músicos. El show de BADBADNOTGOOD es una constante muestra del talento de sus miembros, un desafío entre ellos para nosotros, en el que cada canción está milimétricamente medida por los músicos pero se dan el espacio para el juego. Un show de BADBADNOTGOOD es una constante búsqueda de espacios de gran tensión para luego soltar toda esta sobre capas y capas de música, un clímax constante al que el mismo Whitty incitaba, pidiendo más de una vez el ánimo del público para crear un ambiente que luego “reviente”.
Puntos altos hubo demasiados como para contarlos: el sutil piano de James Hill (pianista de gira) en “Confessions” que le empieza a dar vida al final, la emoción y agite en “IV“, la sociedad bajo-batería en “Kaleidoscope” y todos los drops en “Lavender“. Y por supuesto la ejecución perfecta y encendida que dara fin a la noche, “Confessions Pt ll“, donde la banda creó una burbuja de emoción desde cero.
No solo la banda sumergió a todos los asistentes en su música sino que los comprometió con el show a tal punto de que en momentos como “Chompy’s Paradise” se escuchaba a la gente pedir que quienes hablaban se callen. Entre shhh y murmullos que cada vez eran menos, los canadienses fueron ganándose al público, que por más heterogéneo que podría ser, coincidía en algo: esta es música superior. Estábamos viendo a una banda que empezó por su amor por el rap, a tocar jazz y es ahora referente en el primero. Hay quienes consideran a BADBADNOTGOOD una de las mejores bandas para instrumentales hip hoperas. Con justa razón, estaban demostrando en Niceto su versatilidad, su posibilidad de adaptarse y que la falta de alguien que cante no es en ninguna forma un limitante a lo que este cuarteto puede llegar a hacer. La música de BADBADNOTGOOD más que sonar, transmite, siempre hay un color en alguna canción, algo que se palpita que es lo que determina la respuesta del público. El cuarteto es consciente de lo que es capaz de hacerle al público y no repara en tirar un lujo, un solo o alguna individualidad digna de una ovación notable.
Las dos fechas de BADBADNOTGOOD en Buenos Aires dejaron -aparte de una clara demostración de que los músicos son unos de los más talentosos que han pasado por Niceto- ganas de una tercera.
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Foto principal: Dafna Szleifer