Apurar la primavera es un disco que a lo largo de sus ocho canciones te conecta con elementos, situaciones, paisajes, lugares e interpretaciones que se relacionan en forma inherente con espacios y colores que refieren a una concepción minimalista de lo natural. Lo verdadero decanta desde la naturaleza y confronta con secuencias de arritmia urbana. Es el primer disco solista de la cantautora misionera Corina Lawrence y lo presentó la noche del pasado jueves en Espacio Inboccalupo.
La creatividad es el corazón del tiempo. “Amanezco hoy” fue la pieza elegida para comenzar un show que osciló entre lo bailable y el formato canción, con una banda sólida que no flaqueó nunca ante la cantidad de invitados e incorporaciones de instrumentos. El eclecticismo funcionó, no como una oscura fusión, sino como un modelo de expresión necesario de acuerdo a las características de una puesta ambiciosa. Pasamos de una ukesong, al cumbión más genérico, para finalizar en una puesta almost funky con “Get Lucky” y la mejor canción de la historia universal: “Lady”. “Al final” y su sabiduría después de la tormenta, “Los animales” y su lúgubre resolución post ecológica se vuelve optimista en su intensa y groovísima interpretación en vivo, “La descarriá” como declaración de principios, el cierra con la canción que da nombre al disco y dejando que las cosas sucedan, a su tiempo, a su forma y a su manera.
La presentación de Apurar la primavera fue la manifestación de un sonido latinoamericano y universal, urbano y natural listo para conquistar cualquier experiencia sensible.