Sublime. No encuentro otra palabra para describir la presentación de dEUS en Niceto Club anoche.
Aprovechando el lanzamiento de la recopilación Selected Songs 1994-2014, la banda de Bélgica decidió que por fin era momento de llegar a Sudamérica a ofrecer tres conciertos, uno en Argentina y dos en Brasil, y vaya que desquitaron la espera.
Con un setlist que repasó lo mejor de toda su discografía, comenzando con “Via” que se desprende de su primer material, la agrupación no escatimó en clásicos como “Instant Street”, y “Sun Ra”, además de piezas más recientes como “Girls Keep Drinking” y “Constant Now”, y una transición perfecta entre “Nothing Really Ends” y “Bad Timing” como final del set principal:, catarsis entre la calma y la tormenta para irnos al encore dejando al público muy emocionado, aunque al inicio se comportó un poco distante incluso dejando un espacio amplio entre el escenario y la barricada –cosa que no le importó a Tom Barman quien desde el principio se adueñó del escenario-.
Mauro Pawlowski sacudía su guitarra con violencia cuando el momento lo ameritaba. La alineación la completan Alan Gevaert en el bajo, Stéphane Misseghers batería y Klaas Janzoons, único integrante original además de Tom, quien se encarga de teclados y violín.
Una bandera de Bélgica era sacudida por algunos compatriotas de la banda, mientras el violín de Klaas anunciaba el final de la noche con “Suds and Soda”, donde ya nada importaba mas que volarse la cabeza repitiendo “Friday, Friday…” al infinito. La banda abandonó escena no sin antes agradecer a belgas y argentinos presentes (y a este reportero mexicano que viajó hasta acá para verlos).
Desde ya me atrevo a asegurar que será uno de los mejores conciertos que presenciaron algunos cuantos privilegiados en esta tan especial edición de Martes Indiegentes Internacional. Cabe también mencionar a los grupos abridores: Entidad Animada quienes sonorizaron la espera inicial, y Sobrenadar, quienes a pesar de no compartir estilo musical con dEUS, fueron una atinada selección para completar una noche que, como mencioné al principio del texto, fue simplemente sublime.
Cobertura fotográfica por Diego Figueroa.