“Avenida Corrientes“, “Verano fatal” o “Vestido de verano“: elige tu propia canción de Prietto Viaja al Cosmos con Mariano para tus días estivales en Buenos Aires. Por lo pronto, el sábado a la noche, el DJ del Salón Pueyrredón se encargó de amenizar la velada con machaques insuperables de Ramones, The Clash y Sex Pistols (entre otros). Se trataba de la previa de Fútbol y El Perrodiablo, nada más ni nada menos. Y también, por qué no, de apaciguar el calor de enero con alcohol; o de simplemente asomarse a uno de los balcones del Salón para ver en acción a la Avenida Santa Fe.
Casi llegando a las 2 AM, Fútbol irrumpió para dar la patada inicial. De esta manera, el numeroso público que se congregó en el Salón Pueyrredón, no tuvo más que acercarse al escenario del recinto para apreciar al salvaje trío.
El grupo conformado por Juan Pablo Gambarini en guitarra, Federico Terranova en violín, y Santiago Douton en batería y voz, arrancó con “Barquilleros“. A partir de allí, Fútbol no paró de agitar a la audiencia con adrenalínicos pasajes sonoros como “500 submarinos“, “¡Eh, Gaucho!“, “Río Colorado” y “Madre“. Se sabe: cada vez que tocan en vivo, la fiesta es incontenible.
El cuadro de situación es elocuente. La gente estalla tras la puntada final de cada tema, cayendo rendida a los pies de los virtuosos músicos. Es que este trío formado hace ya más de 10 años, a fuerza de talento y constancia, no en vano se ganó el respeto y cariño del ambiente under.
Siempre de la mano de una lírica autóctona y paródica, Fútbol ejecuta una perfecta combinación con sus melodías urgentes de road movie cuasi punk. Así lo demuestran clásicos de la banda como “Golondrinas“, “Taciturno“, “Beto mataporgusto“, “No llores niño“, o “Ceferino“.
Estallado en ovación el lugar, tras casi una hora de recital, los Fútbol cerraron el primer acto. Los espectadores, por su parte, aprovecharon para seguir pasando el rato a pura charla entre amigos y música de ambiente. O sea: Ramones, The Clash, Sex Pistols.
Lo que venía era El Perrodiablo. Es decir, una bomba (sucia) neutrónica. Se volvió a abrir el telón del escenario, y a continuación, “Pacto de no agresión” y “El monje negro“; fueron las primeras de sucesivas secuencias de rock garage de alto voltaje.
El quinteto platense liderado por el carismático Doma y apadrinado por el reconocido Andrés Calamaro, hizo gala una vez más de su desenfado escénico. En cuero, mezclándose entre el público, o apoyado sobre un parlante, el cantante de El Perrodiablo lleva adelante un grupo caótico que suena tan fuerte y arrollador como ajustado.
En el medio, claro, hay espacio para chistes o chicanas en complicidad con los fans. Suelen tratarse de baches que aumentan la expectativa de las canciones explosivas venideras. Por ejemplo: “Amigaserpientes“, “Las Vegas“, “Algo sobre estar vivo“, o “Una de esas cosas“.
Desde su facebook oficial, El Perrodiablo bautizó la tremenda fecha del sábado como “El sauna eléctrico”. Y es cierto. Tan cierto como salir prendido fuego del Salón, y seguir cantando en patota el playlist de tu verano. Nuestro verano.