A unos 200 metros del Faro de Mar del Plata se encuentra Destino Arena, una playa típica de la zona sur de la ciudad que cada verano ofrece conciertos y festivales. En este vasto predio cercado por vegetación, arena y mar, se llevó a cabo el domingo 8 de enero la primera de las dos fechas del festival Arena Beat, un evento plagado de nombres fuertes de la escena local.
Mar del Plata amaneció nublada, fría y con una amenaza latente de lluvia, un combo que a las 4 de la tarde –la hora pactada para el inicio- generaba un panorama desolador. Lúdico, la banda de Buenos Aires encargada de dar el puntapié inicial, se subió al inmenso escenario unos minutos después de lo acordado y tocó para un puñado de personas. Punto para la magnética Sonia Rovi y compañía, que a pesar del clima y la poca concurrencia se hicieron cargo del asunto con hidalguía.
Entre banda y banda, los DJ Ramiro Martínez y Marco Viera aprovecharon los huecos para mezclar algunos track de música electrónica, y ese intervalo se transformó en un preludio perfecto para la segunda banda de la tarde: los locales PCC (Partido Conservador Corporativista). Con una propuesta agresiva y psicodélica, dos sintetizadores y una batería le bastaron a los marplatenses para hacer bailar a su propio público, que comenzó a llegar en grupo minutos antes del comienzo del show. El PCC es un delirio electrónico e instrumental muy bien sostenido por tres músicos que saben lo que hacen y tienen en claro quiénes son sus seguidores. Con imágenes violentas de fondo y consignas simples gritadas al micrófono (“¡Dos, tres, cuatro, ocho!” o “Miiiiaaaameeee”), el trío convirtió al Arena Beat en rave y apagó por un rato el frío de la costa.
El sonido, las luces, la pantalla y la enorme estructura del escenario ostentaban una puesta profesional y para nada tacaña por parte de la organización. Pero justo cuando todo parecía ir en ascenso, llegó la primera falla técnica de la tarde. Cuando Las Edades, la tercera banda de la tarde, terminó su primera canción, el generador de electricidad dejó de funcionar. La excesiva demanda de energía hizo mella en el pequeño aparato y hubo que tomar medidas de último momento. Chau luces, chau pantalla y que siga la música.
Luego de varios minutos de tensión, Las Edades regresaron al escenario y se desquitaron con un show más corto pero nutrido de los mejores temas de Todo, uno de los discos más celebrados del 2015. Entre otras, sonaron las encantadoras “Escorpio” y “Una Chica”, y la tarea, a pesar de las inclemencias, ya estaba cumplida.
Cuando llegó el momento de que Los Reyes del Falsete se suban al escenario, los organizadores aplicaron una suerte de torniquete para trabajar sobre las fases eléctricas e intentar que todo regrese a la normalidad. Afortunadamente, luego de varios minutos de espera, volvieron las luces, la pantalla y el trío de Adrogué que lanzó uno de los mejores discos nacionales de 2016, pudo aprovecharse del escenario y dar un show que incluyó varios clásicos (“Mi Chica”, por supuesto), varios temas de Lo Que Nos Junta y un final bailantero para ponerle algo de espíritu de festival al asunto.
Las Sombras salieron a escena cuando ya no quedaba ni un resquicio de sol en Mar del Plata. Con su propuesta rockera y el sonido valvular de sus guitarras, la banda de músicos pampeanos dejó una buena impresión y demostró porqué su disco debut, el homónimo Las Sombras, fue otra de las apariciones interesantes del año. “Van detrás” es uno de esos temas que sirven para comprobar su eficacia en vivo, y el cuarteto pasó la prueba.
El cronograma del festival no fue armado por el peso específico de cada nombre, sino por su propuesta artística. Por eso no es extraño que Militantes del Clímax hayan sido los encargados cerrar la primera fecha. La suma de vientos más groove, funk, hip hop y algo de jazz podrían haber sido los factores determinantes para que la banda de “El Abuelo” toque a plena tarde, pero su show funcionó a la perfección para culminar la jornada allá arriba.
Arena Beat tuvo una primera entrega accidentada y sacrificada que expuso un claro desequilibrio: arriba y detrás del escenario se hizo demasiado para que cada presentación se lleve a cabo, pero quizás por el clima, la distancia o la falta de interés, nunca hubo un marco propicio de asistentes que haga justicia el espectáculo. La revancha será el próximo domingo 22 con otra larga lista de bandas nacionales. El rock está vivo, solo hace falta ir a verlo.
Foto principal: Nicolás Milossi