Con una amenaza, aunque no del todo indeseada, de lluvia comenzaba la tercera jornada del FIB 2015. Se esperaba que el sol diese algo de tregua, no así el calor y la humedad predominantes en la edición de este año. Pero sin Weller parece que no hay tormentas en Benicassim, eso sí.
FIB – dos festivales en uno
Yendo al plano musical, en el escenario grande los primeros en presentar armas para animar al personal fueron desde Mallorca una de las bandas que más han atraído a público y crítica en este 2015, Beach Beach. Tanto es así que consiguieron congregar un buen número de españoles gracias al pop guitarrero de su disco The Sea. Artefacto ideal para el lorenzo veraniego en Benicassim.
Seguidamente, aunque destinado a la otra mitad del público, la parte anglosajona, Reverend and the Markers. Eran los encargados para ir calentado motores antes de los primeros grandes nombres de la jornada, y de algún modo desgastar los animosos de aquellos británicos a los que les empezaba a faltar gasolina en el deposito festivalero. Animadas canciones con himnos facilones y pegadizos, ideales para corear entre cervezas, los chicos de McClure cumplieron con su cometido de entretener a las ordas inglesas.
Podríamos hacer mención especial como cada vez el FIB programa dos festivales en uno, con bandas venidas desde las islas que prácticamente no tienen salida masiva fuera de allí; y otro más para autóctonos con bandas de calidad aquí, tanto consagradas como maqueteras.
Kaiser Chiefs – una mierda inigualable
Estos dos supuestos festivales se unen en uno con grandes conciertos como el que dieron los Kaiser Chiefs. Banda de festival con mayúsculas. Como dice el propio Ricky Wilson, su mierda sigue sonando actual a la vez que nos embriaga de melancolía del exitoso pop británico de la primera década del presente siglo. Quizá sus ultimas entregas ya no tengan ningún tipo de atractivo, pero en un festival “Everyday I Love You Less And Less“, “I Predict A Riot” o “Ruby” siguen entreteniendo y siendo enérgicas y efectivas como las que más. En cualquier evento musical los de Leeds son una apuesta sobre seguro. All In. Es más, podrían quedar programados a las 21h cada edición, y todos tan contentos.
Anteriormente, en los escenarios más pequeños, pudimos echar unos bailes con estas nuevas bandas a las que nos referiamos anteriormente: El Fiberfib congregó tres grupos que trataron mostrar sus condiciones ante tal escaparate.
Yanara Espinoza, más conocida como Papaya, el sexteto burgaleses de La M.O.D.A. y la revelación madrileña que son Hinds. Entretenidos directos para desperezar las piernas del público.
Mendieta en Una buena noche de Los Planetas
Entrada la noche del 18 de julio, llegaba uno de los conciertos más esperados por esa parte española de asistentes. Realmente era esperada desde 2009, en su último paso hace seis años por el festival. Ha pasado demasiado tiempo para que una referencia española del nivel de Planetas volviese a pisar el recinto. Queremos creer que las dudas del FIB ya han pasado, y es una señal de que ya se ha reconducido la cosa.
De nuevo, al tema, el directo.
Una de las que los detractores de los granadinos dicen siempre ha sido su asignatura pendiente. En parte es cierto que es complicado situarles en el top de los recitales de un festival, pero el del sabado noche no puede llevarse para nada un mal calificativo.
El escenario Las Palmas rebosaba de incondicionales, eso sí, ellos no son objetivos con el grupo y los saben.
Para empezar temas crudos, de estética austera, creando las atmósferas sonoras dignas de primeras filas entre el post-rock instrumental. Entre estos primeros temas, sonaron dos canciones del nuevo EP. Tras esa primera fase del directo, fueron soltando perlas cada vez más alegres y conocidas (“Romance de Juan de Osuna“, “Si me diste la espalda“, “Rey sombra“), acabando un estupendo directos con himnos para generacionales. Una escasa hora de revisión a su amplia carrera en la que el público, entregado en ocasiones, coreó los estribillos de “Santos que yo te pinte“, las “Alegrías del incendio” y “Pesadilla” en el parque de atracciones.
Uno de los momentos del festival, un guiño muy acertado del grupo, llegó justo antes de interpretar la genial Un buen día. Jota presentó la que por una noche y una canción sería el artista invitado: Gaizka Mendieta, mas conocido por sus buenos aceres con el balón; asió la guitarra y se marcó una colaboración realmente increíble (nota: la letra de la canción, que trata de un día cualquiera para un veinteañero, hace mención de un gran gol de Mendieta).
Sonido Damon para grandes éxitos de Blur
Puntuales, algo que prácticamente han podido cumplir todo el festival, y con una decoración que evoca a su nuevo disco The Magic Whip, conos de helado incluidos, comenzó el concierto de los londinenses. La entrada del grupo vino acompañada con el característico sonido metálico de de una caja de música, y los vítores de las primeras filas de un publico ataviado con la zamarra de la banda.
Para el nuevo disco, que reconozcámoslo tiene un claro sonido influenciado por el ultimo album de Albarn, solo hubo hueco con cuatro composiciones: “Go Out“, “Lonesome Street“, “Though I Was a Spaceman” (con Graham Coxon haciendo los coros desde arriba y Damon abrazando a sus incondicionales) y “Ong Ong“.
De ahí en adelante, regalos para los casi treinta mil asistentes. El día con mayor afluencia, para la banda con más tirón del cartel. Himnos del brit pop como “Parklife“, donde Damon hizo subir a una pequeña fan para hacer los coros, con los que llegó el primer pogo de la noche. Por si alguien dudaba de su condición actual, los Blur mostraron estar en forma como banda, eso sí, guiados por el carisma de su líder. Otro momento de locura generalizada llegó con “Song 2“, y de ahí en adelante durante más de una hora y media demostraron que el brit pop de los noventa, como ya refendaron sus contemporáneos la noche previa, no esta ni mucho menos muerto. Sonaron temas del Think Thank, del Modern Life Is Rubbish, Leisure, Parklife, Blur… Imborrable historia del Festival Internacional de Benicassim.