FIB – Don’t Look Back in Anger
El segundo día del FIB tenía un regusto noventero. Los cabezas de la jornada, Noel Gallagher y The Prodigy, hacían que el viernes el festival diese una mirada atrás, con melancolía, y sin odio a sus raíces, a pesar de que ambas bandas están inmersas en la gira de presentación de nuevo material.
Un sol de justicia para la tórrida tarde de verano esperaba a los primeros valientes que pisaban el recinto de conciertos. A las siete y media de la tarde un pequeño grupo de público nutría cada uno de los escenarios, que se fueron poblando según avanzaban los conciertos.
Abrían las sesiones Nunatak en el escenario Las Palmas, desde Murcia con una propuesta folk-rock a tener muy en cuenta; el dúo electrónico Holögrama en el segundo escenario, el Fiberfib/Radio 3, ya operativo; y Elsa de Alfonso y los Prestigio, grupo compuesto por miembros de Extraperlo y de Doble Pletina, en el remozado tercer escenario, el Fibclub – Red Bull Tour Bus.
Otro de los cambios de la edición es este pequeño escenario. La tarima para los artistas queda sobre la carrocería de un autobús, hecho que hace perder cercanía a los conciertos que debieran ser más accesibles para el público, al tratarse de la programación con los grupos y artistas menos populares.
Pues bien, el grupo barcelonés dentro de las posibilidades defendió un buen directo. Guiados por su cantante, se trató de una de esas bandas noveles que edición tras edición el FIB trata de impulsar. También estas horas y estos conciertos son parte de la esencia que distinguen el evento de rivales o competidores.
La Bien Querida
Con puntualidad británica dio inicio el concierto de La Bien Querida, uno de los reclamos patrios de la vigésimo primera edición. Las potentes bases rítmicas que destilaba el sonido del grupo no ayudó a resaltar la carismática voz de Ana. El directo fue creciendo tímidamente, conectando con el millar de asistentes que aprovechaban la hora de la cena y el impás previo a la actuación del mayor de los Gallagher.
Con sus dos compañeros de directo, -teclados y guitarra-, dieron buena cuenta de los últimos EPs (Premeditación, Nocturnidad y Alevosía) de la Bien Querida, alternando temas con canciones de los dos primeros discos.
Sencilla puesta en escena sin grandes pretensiones, destacando la figura de la vasca guitarra en mano, que se apoyaba en contundentes sintetizadores para cerrar un directo con sus éxitos más conocidos (“Hoy“, “De Momento Abril” y “A Veces Ni Eso“).