Un año más y como ya es una fecha marcada desde 1995, el Festival Internacional de Benicassim 2018 (FIB) se ha celebrado la pasada semana, del 19 al 22 de julio y ha dejado unas altas expectativas y sensaciones de cara a lo que será el año que viene su vigésimo quinto aniversario, que promete traer grandes sorpresas.
No hace falta decir que el Festival Internacional de Benicassim es sin ninguna duda uno de los más grandes eventos musicales y culturales que hay en España, pero para los escépticos, los datos hablan por sí solos. El FIB tuvo una asistencia de unas 40.000 personas aproximadamente por día, de 25 nacionalidades diferentes de todo el mundo. Durante los 4 días que dura el evento, Benicassim se convierte en una auténtica feria y mezcla de culturas, donde prima la diversión, la buena onda y la pasión por la música.
La organización del evento, cabe destacar, que es sublime de principio a fin, generando una atmósfera de seguridad total y armonía incluso en momentos en los que la lluvia parecía amenazar la tranquilidad del festival. Remarcamos también la gran iniciativa por parte de la organización de los Puntos Violetas, zonas donde las chicas pueden asistir en caso de que se sientan amenazadas por cualquier tipo de violencia o intimidación machista.
Una vez recalcado esto, vamos a lo realmente importante: los conciertos y la experiencia de vivir un festival que trae a artistas de talla mundial.
Jueves 19 de julio
El primer día de conciertos de este FIB auguraba ser la gran entrada para todo un fin de semana lleno de buenas experiencias. Mi compañero y yo llegamos tarde del viaje, por lo que conseguimos entrar al festival cuando caía la noche. Al entrar al recinto nos topamos con Everything Everything en uno de los escenarios secundarios. La banda inglesa fue un gran acierto en esta edición del FIB 2018, ya que su indie pop fresco y desahogado era la atmósfera perfecta para ir calentando motores y preparar el cuerpo para lo que vendría a continuación.
A pesar de nuestro retraso de hora, llegamos justo a tiempo para ver el concierto de uno de los grandes esperados del FIB: Two Door Cinema Club. Two Door salió a escena interpretando su famoso tema “Undercover of Martyn”, consiguiendo levantar al público tras la larga espera. Los irlandeses optaron por un setlist sin sorpresas aparentes, tocando sus temas más clásicos y conocidos, mezclados con algunos de su último álbum, todo bajo un espectáculo de luces con formas muy geométricas que dejó una imagen espectacular en las Palmas, el escenario principal de este FIB. Sin duda, a pesar de que Travis Scott fuera el cabeza de cartel de este primer día, para nosotros, Two Door Cinema Club se convirtieron en los grandes héroes de la noche, tanto por el gran lleno que consiguieron como por la actitud de la banda, que lo dejaron absolutamente todo sobre la tarima.
Al final de la noche llegaba el concierto más esperado, Travis Scott. Uno de los grandes nombres atípicos y un poco sacados de contexto en este festival, ya que en esta edició no hubo muchos más artistas que se englobaran en su género, a excepción de C. Tangana, o en ediciones pasadas artistas como Kendrick Lamar. El concierto de Travis no empezó con buen pie, ya que el estadounidense se retrasó casi 40 minutos, levantando al final bastantes silbidos de disconformidad entre el público. A pesar de ello, tras la larga espera, Travis por fin salió a escena, entre un mar de llamas y humo soltado hacia el escenario, rompiendo con la música y convirtiendo todos esos abucheos en gritos de auténtica adrenalina por parte del público. La espera valió la pena, Travis supo cómo paliar todas estas excentricidades de rock star, con un show auténticamente brillante, donde no se podía parar de saltar en arrebatos incesantes de euforia y energía que transmitía su música. Y, sobre todo, su presencia y su forma de llevar el directo, con la que conseguía que el público se contagiara de su locura por estar allí arriba. Scott es un artista que te gana más por el show y el espectáculo dado que por la música en sí, la escena audiovisual que trae a sus conciertos y la continua sensación de euforia y subidón que tiene y transmite, hace que sea una experiencia abrumadora.
El último concierto de nuestra primera jornada sería Izal, aunque solo logramos verlo un rato corto ya que se solapaba con Travis Scott. Como era de esperar, Izal no vinieron solos acompañados de su música, sino que los chicos de Mikel trajeron, como suele ser común en sus conciertos, una escenificación, un espectáculo de luces y un contenido fuera de sus canciones, que casaban a la perfección con todo el show montado alrededor de estos gigantes del indie español. Del concierto de Izal poco más que añadir que no sepamos todos ya, pero sí recalcar los grandes alardes oratoria que su frontman, Mikel Izal, hizo y suele hacer en los directos, entre canción y canción que completan el sentido de toda la obra que compone Izal.
De esta manera terminaba nuestra primera jornada en el FIB 2018, a expensas de las buenas experiencias que nos traerían el resto de los tres días.
Viernes 20 de julio
El segundo día, no contentos con el cansancio producido por la resaca post viaje y el subidón de haber estado el primer día dándolo todo, mi compañero y yo asistimos a un partido de futbol benéfico organizado por Save The Children en colaboración con el FIB, en el que nos enfrentábamos periodistas contra artistas, entre los que se encontraban miembros de los propios The Vaccines, The Snuts o La Plata.
Pero la fatiga no era excusa y a este segundo día se le ponía cara de ser incluso más épico que el primero.
El primer concierto al que fuimos de cabeza fue Catfish and the Bottlemen, quienes dieron un concierto a la altura de las expectativas, denotando y demostrando que no son un nombre cualquiera en una gran marea de grupos traídos a un festival, tocando algunos de sus temas más conocidos como “Kathleen” o “Twice“, y llevándose los corazones y las voces de la mayoría del público de Benicassim.
Los siguientes en nuestra lista eran los británicos The Vaccines, con los que habíamos estado jugando al futbol cuatro horas antes, una sensación muy curiosa. Enfundándose en sus pantalones de campana, el carismático Justin Young, frontman y vocalista de The Vaccines, entró a escena con unas maneras despreocupadas pero a la vez enérgicas, acompañando con bailes y headbanging todos los golpes de bombo y guitarra secos, que tanto marcan las canciones y el sonido de este grupo. Por supuesto no faltaron las conocidas “If You Wanna” y “Wreckin’ Bar (Ra Ra Ra)“, así como numerosos temas de su nuevo álbum que publicaron este año. The Vaccines dieron un directo absolutamente colosal, llevándose al público asistente en el bolsillo, y dejando el festival bien caliente para uno de los platos fuertes de ese día, The Killers.
Brandon Flowers, vestido con un impoluto smoking blanco, hace aparición con toda su banda e interpretan “The Man” como apertura, haciendo gala de la increíble infraestructura que traen detrás y soltando una nube de serpentina gigante hacia el público con su entrada.
Tengo que decir que es la primera vez que veía a The Killers en vivo, y confesar que quedé totalmente abrumado e impresionado del enorme carisma que Brandon despide por sus cuatro costados. En español y al grito de: “Somos los matadores”, The Killers consiguió llevarse al público de la península de calle, con declaraciones como: “Bienvenidos a nuestro maravilloso espectáculo, ¿nos echaron de menos?”, en su español más correcto.
Pero no nos quedemos solo con la imagen del típico chico guapo con tupé de película americana que el frontman de esta banda parece ser, Brandon y los Killers brindaron durante una hora y media un show perfecto, me atrevería a decir sin pillarme los dedos que fue el mejor concierto de este FIB 2018, que incluyó clásicos como “Somebody Told Me“, “All These Things That I’ve Done’’, “When We Were Young“, “Human” y, como no podía ser de otra forma, “Mr. Brightside”, en una versión más lenta y melódica, como colofón y cerrando una actuación memorable, llena de pasión por parte del público y de la banda.
Para concluir lo respectivo al concierto de The Killers, destacamos dos detalles más que solo hacen sumar: uno de ellos fue el momento en el que sacaron a un chico del público espontáneamente a tocar la batería en uno de sus temas, donde se reflejó la bondad y la simpatía de la que la banda estadounidense hace gala siempre. También el momento en el que se hizo un parón para más tarde volver a golpe de “The Calling”, donde Brandon se enfundó un nuevo traje de brillantes haciéndolo relucir a la luz de los focos y bailando como si fuera el mismísimo Elvis Presley.
Por último, para terminar la jornada del viernes en el FIB, nos acercamos a ver a C. Tangana, quien tocó en el segundo escenario más grande del FIB, con un público que se desbordaba por todos lados frente al escenario y que coreaba sus canciones con rabia y furia. Antón como siempre, provocativo y mediático, tocó al inicio de su show sus temas más conocidos (“Mala mujer“, “Guerrera” y “Bien duro“) y a continuación, en el tono chulesco que lo caracteriza, dijo algo así como: “Bueno ya he cantado los temas más famosos, el que no sea fan de verdad y venga de pose, se puede ir’’.
C. Tangana puso la cereza al pastel que fue todo este día, con un directo que nunca decepciona ni a fans ni a gente que pasaba por allí y se lo ha encontrado; un auténtico baño de masas.
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Foto principal: The Killers, por Rob Loud / @robloud.