Un concierto en vivo no solo es asistir a ver a tu artista favorito, es recordar su pasado en diversas situaciones y presenciar la euforia colectiva del público ante una majestuosidad que entrega lo mejor de su energía por más de 120 minutos.
Foals en Perú tienen una experiencia establecida que los ha llevado a conseguir seguidores por más de 5 años; los cuales han tenido el privilegio de conocerlos en diversas etapas de su carrera musical: Total Live Forever, Holy Fire y What Went Down. ¿Y por qué lo comentamos?
Foals estuvo presente en el 2011 siendo la banda soporte de Red Hot Chili Peppers, siendo aún una banda desconocida para el público peruano, demostraron que podían estar preparados para los grandes escenarios, premios y lo que se les avecinaba de ahí en adelante.
Tras cuatro años de ausencia en territorio peruano, la banda de Oxford anunciaba para el 2015 su regreso a Lima, que lastimosamente tuvo que ser cancelado por motivos personales en último momento. Una manera más para que los amantes del grupo no tengan forma de rendirse finalmente a Yannis Philippakis y compañía tocando en la capital peruana.
Cumpliendo su promesa, regresaron el 2016 para dar un concierto que dejó con la boca abierta a más de uno e incluso sin una pierna ortopédica fuera de su sitio. Durante todo el concierto, la banda no dejaba de disparar sus mejores temas uno tras otro, haciendo que los pogos se armarán como pequeños huracanes en el océano que se desplomaban en cada reventón de los hits de la banda y demostrando que el público peruano es apasionado, entregado al artista y fiel al concierto que se compromete a asistir para demostrar toda la energía guardada por tantos años hacia la banda inglesa.
Un punto importante en la carrera de Foals es su calidad de performance e interpretación en vivo. Philippakis es un verdadero maestro en el escenario, no deja de tocar los patrones complicados en su guitarra y saltar por todos lados para conectar con su público y apasionarse en cada momento con ellos. Y ni qué decir de la banda, interpretar una combinación entre indie rock y math rock con una sección ritmica en todo momento se manifestaba con su proeza técnica con mayor fuerza canción tras canción. No por nada, por tocar y conectar con el público ganaron el Q Award a Mejor Banda en Vivo en el 2013.
Una banda en constante progreso deberá de volver a tierras sudamericanas para convertirse en lo que reflejan tener como proyección: una mega banda.