Duelo de vedettes, pluma por doquier y ese tornasol particular en el cancionero de Francisca y Los Exploradores hicieron del festejo de sus cinco años de rock nacional un evento circular, clásico y a la vez irrepetible, testigo de un voltaje aurático muy difícil de encontrar en la escena local.
Franco se dio el gusto de festejar a lo grande la estabilidad y el crecimiento alcanzado por la banda desde su formación hasta este aventurero presente. El viaje de este joven cordobés empezó en 2010, cuando se mudó a Buenos Aires para sumarse al proyecto que encabezaba Juan Ingaramo, pero éste duró solo dos años. Cuando la banda se desintegró, descubrió su faceta de compositor. El momento en que compuso “Virgen” marcó un antes y después en la vida del músico. Allí nace Francisca, un ente de naturaleza divina que hace música a través de Franco y que ya cuenta con tres álbumes editados y giras a cuestas por Europa y Latinoamerica.
Fiel a su sobriedad y sincronizada desenvoltura, Franco Saglietti salió al escenario de Niceto cargado de misticismo pop para interpretar “De su sal”, en una versión fresca y sofisticada, sin perder su esencia musical y poética. Entre los highlights de la presentación se destacaron “Aloha” con una versión plástica para integrados tecnológicos y “El día de la lentaja” y esa inquietante posesión sociópata entre la autocomplacencia y el caos total; también hubo lugar y margen para la interpretación de clásicos del rock tribunero con momentos ramoneros y paranoicos incluidos. El final llegó entre la introspección y la descarga emocional con “Aspirinas” y “El destino”, dos piezas de su último disco, Franco.
La banda cuenta con varias fechas confirmadas para lo que resta del año: Mendoza, San Juan, La Plata y Montevideo son algunas de las ciudades que la banda visitará durante el mes de septiembre, además de su presentación en el Festival Ciudad Emergente de Buenos Aires.
Foto principal: Pedrini Lopi