Con un Niceto en el que al principio resultaba difícil bailar por la gran cantidad de gente y que, al avanzar la noche, se permitió hasta enormes pogos, el dúo de rock electrónico Ratatat regresó a Argentina para presentar su último trabajo, Magnifique (2015, XL Recordings).
Alrededor de las 22.30, Mike Stroud y Evan Mast salieron a un escenario escueto en el que bastaron unas cuantas luces minimalistas y las proyecciones especialmente hechas para cada tema. Sin decir una palabra y entre gritos y aplausos de un público todavía un tanto tímido, comenzaron un set que iría incrementando minuto a minuto la efervescencia tanto arriba como abajo del escenario.
Las líneas de bajo y los disonantes solos de guitarra se unieron a unos beats que variaban entre la electrónica tradicional y la experimental para hacer bailar cada vez con mayor intensidad al público. Fueron pocos los temas que hicieron falta para que tanto la gente como los músicos entraran en confianza. Pasada la primera media hora del show, todo Niceto saltaba mientras desde el escenario tiraban agua que se evaporaba al instante.
La lista de temas repasó sus cinco discos de estudio, y cada canción fue tratada y recibida con el mismo entusiasmo que clásicos como “Loud Pipes” y “Wildcat“. Los músicos sonreían entre tema y tema, cada vez más emocionados ante un público que bailaba, saltaba, coreaba y hasta preparaba mosh pits que no siempre llegaban a explotar.
Hacia el final, después de un corto receso antes del encore, una muchedumbre se apelmazó sobre el escenario para los últimos temas. En un martes que se encargaron de disfrazar de viernes, terminaron el show con una explosión de agua sobre los bombos que golpeaban. Todavía sorprendidos por la respuesta del público que no paraba de aplaudir, se acercaron al borde del escenario para dar un saludo más íntimo antes de abandonar ese mar de gente que seguiría bailando.