El Festival Nrmal 2018 en México llega a una evolución increíble convirtiéndose en uno de los pocos festivales de música independiente en Latinoamérica en tener un rotundo sold out. Y es que el Nrmal alberga a bandas nacionales e internacionales bajo una fina curaduría que transmiten emociones a todo el público y permite dar a conocer nuevas propuestas a curiosos o seguidores de la buena música.
La gente comenzaba a llegar con muy bonitos looks, familias y hasta perritos, que daban un tremendo colorido al campo Deportivo Lomas Altas que ya comenzaba a abarrotarse. El concepto del festival te presentaba tres escenarios, espacios para bebidas y foodtrucks, spots para tomarte una gran foto con tus amigos, merch de todas las bandas y baños sensacionales muy buen cuidados con jabón líquido y papel toalla. Quizás para el lector sea sorprendente leer este detalle pero a este fiel servidor le sorprendió que todo esté cuidado y pensado para el bienestar del público. 10 puntos para la organización por llevar la experiencia de festival a otro nivel.
Norwayy y Sailawway (de Guadalajara y Monterrey), fueron las bandas encargadas de dar inicio a la novena edición de este festival. Desde las 2:00 pm pudimos escuchar el shoegaze de Norwayy, quienes con su propuesta supieron encender a la gente que ya albergaba el recinto y se cuidaba del calor; ya en el escenario Tent, Sailaway daba una cátedra de pop lleno de matices y con una tremenda actitud que supo ganarse al público.
En el line-up del festival también estaban Leyya, Ethics y Mhysa, quienes pusieron a bailar a la gente y prenderlas para ponerlas en buena sazón para lo que venía. La caja de sorpresas fue el trío dominicano Mula que mezclaba electrónica, elementos instrumentales de merengue, bachata y pop, con diversos samples que se unían para dar un resultado magnífico que llenó por completo el escenario Tent.
Leyya, la agrupación de Austria se enfrentó a uno de los escenarios principales y terminó comiéndose a todo el público con su propuesta lo-fi. Valió la pena viajar 16 horas hasta México, donde fueron recibidos con los brazos abiertos y despedidos con fuertes aplausos.
Casi a las 6:00 p.m. llegó todo el baile y la rumba colombiana a cargo de Dub De Gaita, quienes con su folclor cumbiero entre combinaciones electrónicas, brillaron durante la tarde llevándose el trofeo por mover el esqueleto a todo el público mexicano.
Siguieron las presentaciones de Felix Kubin, quien presentó su proyecto con toques Kraftwerk y electrónica experimental, y Of Montreal, quien traía a un Kevin Barnes vestido con una enorme peluca, invitaron al público a dejarse llevar por la música y volverse locos por un día.
Mientras tanto, el escenario paralelo estaba atiborrado de jóvenes seguidores que estaban por ver a su ídolo Mac DeMarco en su país por primera vez. El canadiense sabe como tragarse a su público y fue directo a la yugular con tremendos hits de sus tres últimos discos. Esta vez Mac no hizo grandes actos descabellados como nos tiene acostumbrados, pero su guitarrista presentó un cover desastroso de “Under the Bridge”.
Ya casi a las 10:00 de la noche, cuando la luna se asoma y te observa fijamente, la niebla comenzó a ocultar las ramas de los árboles para recibir a un brusco doom metal a cargo de Sleep, dando cátedra de un impecable show en su primera presentación en Mexico, dejando felices a sus seguidores y asustados a los nuevos oídos.
La gran sorpresa de la noche fue Cornelius (la Banda del sol naciente liderada por Keigo Oyamada), quienes acompañados de visuales lujosos, un dress code impecable, excelentes melodías retro futuristas y un sonido pop bastante peculiar con un baterista brillante que debería de tocar en Tricot, dejaron boquiabiertos a los asistentes. Demostraron por qué son llamados los Beck de Japón.
Llegaron las 00:00 horas, aullaba un lobo en una brillante luna llena. Entre las mentes y cuerpos escalofriadas por el clima, que llegaba a un centígrado incontrolable, entraban los Explosions In The Sky (originarios de Austin, Texas) acompañados de los fuertes aplausos del público, y tras unas breves palabras de cariño hacia un país que lo esperaba hace muy mucho tiempo, comenzaron su show con “Catastrophe And The Cure”, “Greet Death” y “Yasmin the Light”. Un post rock que nos hundía un poco más hasta el final. Transcurría el tiempo y la gente solo cerraba sus ojos para imaginarse lo que sentían, dejándose llevar por el momento, mientras que la banda seguía rotundamente con un setlist apabullador de 8 temas que acabó con “Your Hand Is Mine” y “The Only Moment We Were Alone”. Un show con interpretación de primer nivel, decorado con lo necesario en luces y con toda la energía de sus integrantes que lograron capturar todas las almas de los asistentes que los presenciaron atónitos. Cabe aclarar que pudimos ver la sencillez de la banda al percatarnos que ellos mismos acomodaban sus equipos, sin necesidad de un stage manager dedicado a ellos, y mientras lo hacían saludaban a sus fans e invitaban a respetar a Cornelius mientras daba su presentación.
Nrmal nos deja una satisfactoria experiencia en su novena edición, un festival con una excelente curaduría, que demuestra que haciendo proyectos independientes con mucho esfuerzo, paciencia y dedicación podemos lograr cosas maravillosas, dando a conocer a grandes exponentes del underground local e internacional.
Foto principal: Mac DeMarco, por Paola Baltazar.