Estuvimos en la edición internacional del Music Is My Girlfriend, el mismo ciclo de shows que comenzó hace siete años bajo la batuta del sello Scatter Records, siendo entonces crucial en la labor de promoción de nuevos talentos locales, como lo eran en aquel momento artistas como Él Mató A Un Policía Motorizado. Desde entonces, el ciclo ha sido en sus distintas ediciones una plataforma para músicos emergentes, pero en esta oportunidad sus organizadores se aventuraron a traer al suelo argentino el sonido y la fuerza en vivo de cuatro grandes bandas hispanoamericanas. Una de ellas sin duda una leyenda con más de dos décadas de trayectoria, y que ha sido uno de los mayores referentes del rock independiente en su natal España y América Latina.
Desde las 20 horas se dio inicio a esta edición especial del ciclo, y los encargados de empezar a mover al público fueron los platenses Crema Del Cielo con su propuesta que ellos mismos describen como “brit rock de barrio”, en su repertorio incluyeron canciones de sus primeros discos así como temas de su más reciente álbum, Apostasía. Mientras que la musicalización de M.O.D. durante los lapsos entre la presentación una banda y otra estuvo a cargo de Fernando Blanco de Valle De Muñecas.
Luego la primera banda internacional, Guadalupe Plata, durante poco más de media hora consiguió complacer al público, que en su mayoría parecía no conocerlos de antaño, pero que no obstante se dejó envolver por el carisma e hipnótico dominio del escenario de los andaluces. En tanto que, con el transcurrir de la noche, llegaban cada vez más espectadores pertenecientes a un amplio rango etáreo, dando cuenta de que sin duda Los Planetas convocan seguidores pertenecientes a varias generaciones.
Los puertorriqueños de AJ Dávila, proyecto liderado por el vocalista de Dávila 666, brindaron un show enérgico en el que un sonido garajero comenzó animar al baile a algunos de los presentes, el extrovertido frontman de la banda le pedía a la audiencia que se acercaran lo mayor posible al escenario y comentaba que en su natal Puerto Rico disfrutan mucho de la cercanía e interacción con el público. Durante la interpretación de una de las canciones de la banda se unió al escenario el legendario Sergio Rotman, ex saxofonista de los Fabulosos Cadillacs y líder de Cienfuegos, con quien el centroamericano compartió el micrófono durante algunos momentos.
De acuerdo con lo programado, luego cuatro jóvenes brasileros se subieron al escenario a impregnar el ambiente de su sonido psicodélico y cautivar a los presentes con una apasionada interpretación de sus temas. Al escucharlos fue casi inevitable la evocación de propuestas como la de Tame Impala – con quienes comparten cartel en el Primavera Fauna de Chile de este año-, y la suave voz y misticismo de su vocalista enamoraron a gran parte de los presentes e hicieron a los Boogarins merecedores de una gran cantidad de aplausos.
El momento más esperado de la noche en todo caso aún estaba por venir, cuando los míticos granadinos se subieron al escenario ya el lugar se encontraba con un lleno casi total, y desde la primera de sus canciones había seguidores coreándolas con ahínco en primera fila. Acompañados de la proyección de visuales del espacio exterior e imágenes que evocaban melancolía, durante más de una hora, Los Planetas hicieron un recorrido por algunos de esos himnos del rock en habla hispana como Un Buen Día y Segundo Premio. Era notable cómo su sonido alternaba entre canciones más oscuras cercanas al shoegaze de los noventas y otras más pop pero que no dejaban de mantener esa atmósfera tan intensa que para tantos los hace merecedores de admiración y para algunos otros, eternos.
Azulita Fotografía