El Sónar de Noche es otro festival en sí mismo. Una jungla de de hormigón en el recinto de Fira Gran Vía, que se extiende en cuatro escenarios. Sónar de Noche ha recibido este año 62.000 visitas, con una afluencia de público muy similar en las dos noches: 32.000 personas el viernes frente a las 30.000 del sábado. Una locura colectiva que nosotros vivimos así:
Viernes 16 de junio
Siempre es preferible llegar de los primeros al recinto de noche. Así lo hicimos para poder ocupar buenas posiciones en el Sónar Club al menos para las primeras actuaciones. Llegamos a tiempo para ver al veterano DJ Shadow. Josh Davis, a.k.a. DJ Shadow, lleva ya más de dos décadas al pie del cañón. Tiempo que le ha llevado a convertirse en todo un referente de la música electrónica, el hip hop y trip-hop. Su último trabajo, The Mountain Will Fall, salió el año pasado en el sello Mass Appeal Records y el británico venía a defenderlo. Hace 21 años salió Entroducing (Mo’ Wax), su primer LP. Y cómo nó, lo celebró con nosotros.
Little Dragon repetían en el Sónar. Ya habían visitado el festival en 2011 pero en aquella ocasión fueron al Sónar de Día. 6 años después volvían con Season High (2017, Because Music) bajo el brazo. La carismática Yukimi Nagano venía perfectamente ataviada para la cita: vestido negro con enormes topos de colores y un velo rojo. Su figura se distinguía desde el fondo del Sonar Lab. Un directo muy especial y de gran lucimiento para Nagano.
Sobra decir que si en el Sónar de Día hacía calor, los escenarios cubiertos del Sónar de Noche se habían convertido en un auténtico horno en el que nos estábamos cocinando a fuego lento. Lo notamos especialmente en el concierto de Moderat. Más aún por encontrarnos en las primeras filas. Eso sí, el concierto en el Sónar Club fue memorable. Abrieron con dos temas de su LP III (2016, Monkeytown Records), y a golpe de segunda canción cayó “A New Error“, de su aclamado largo homónimo (aparecido en 2009 bajo el sello BPitch Control). Con el público en júbilo desde el principio, el ritmo no decayó. No importó el corte de sonido acaecido en medio del concierto. Nos supo a antesala de bises. Siempre geniales, como lo son los visuales de manos y las letras de Moderat, a cargo del estudio Pfadfinderei, berlinés como la banda.
No nos dio tiempo a ver a Nicolas Jaar. Otra vez será. Donde sí nos acercamos un rato fue al Sonar Car. Si el año pasado este escenario circular recibió a Laurent Garnier durante 6 horas seguidas, este año su lineup no se quedaba atrás. El viernes se encerraron en el majestuoso escenario los neoyorquinos Masters At Work. “Little” Louie Vega and Kenny “Dope” Gonzalez sacaron su artillería y lo petaron. Un lujo.
Y otros que donde van triunfan son Soulwax. Cualquier proyecto que pase por los hermanos Dewaele es admirable. Qué vamos a decir de Soulwax. El planteamiento era el siguiente: una banda formada por siete músicos -incluyendo el miembro original Stefaan Van Leuven tocando bajo y sintetizadores; tres baterías: Victoria Smith (Jamie T), Igor Cavalera (Sepultura, MIXHELL) y Blake Davies (Turbowolf); y Laima Leyton (MIXHELL) al sintetizador y haciendo coros- y la recreación sobre el escenario de su espectacular estudio de grabación Deewee, lleno de sintetizadores, cajas de ritmos y todo tipo de instrumentos. El resultado fue una explosión de decibelios y desparrame de luces que mantuvo en vilo a los miles de fans que abarrotaban el Sónar Club. Simplemente espectacular. Sí, terminaron con “NY Excuse“.
La contundente Nina Kraviz y un poco más de Masters At Work dieron con nosotros cerrando el inmenso recinto.
Sábado 17 de junio
Llegó el momento de clausurar este gran festival un año más. DJs de lujo como Marco Carola o Carl Craig estaban entre los más destacados y merecen especial mención. Sin embargo no estuvieron entre nuestras preferencias.
Qué mejor forma de abrir la última noche que con la fiesta de Cerrone. El maestro de la música disco nos regaló un baño de glamour con mucho dorado en sus visuales. Enormes letras con su nombre y un toque setentero que nos trasladó a esa época cumbre del estilo musical que nos ocupa. Bien respaldado por una cantante que hizo las veces de animadora del cotarro, el francés contentó con temazos, entre ellos “Love In C Minor” o por supuesto “Supernature“. Imposible no rendirse al baile. Sólo faltaba John Travolta en sus años mozos. Cómo no, Cerrone se despidió a lo grande, tocando la batería.
El sábado los amos del Sónar Car fueron Seth Troxler & Tiga, con el correspondiente DJ set de 6 horas. Lo inauguramos con gusto y a sus pies. Ambos viejos conocidos del festival, se convertían también en una de las citas más atractivas, más aún teniendo en cuenta que iban a ser tantas horas compartiendo platos. Una maravilla para no parar de bailar. Y así estuvimos hasta que llegó la hora de Justice.
Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, los responsables de Justice, volvían a sacar disco el año pasado, Woman (Ed Banger / Because) y estábamos ansiosos de escucharlo en directo. El Sónar Club se llenó hasta la bandera para disfrutar de una intensa hora de luz y sonido a cargo del dúo francés que, siguiendo la estela de Daft Punk, revolucionaron las pistas durante la pasada década. El sábado supieron combinar temas del nuevo álbum, como “Safe and Sound“, con la que abrieron, con el resto de su discografía. Toda una gozada para los sentidos, sobre todo con el trepidante final, pre bises, que enlazó “Waters of Nazareth“, “We Are Your Friends” y “Phantom Pt.2“. Siempre electrizantes y con la cruz que los hizo célebres presidiendo el escenario.
Después de un subidón así no se puede bajar el listón de la noche. Para mantener la línea ascendente nos entregamos al techno de Marcel Dettmann & Dr Rubinstein. Provenientes de la escena berlinesa, Marcel como DJ del Berghain y el Tresor, y Rubinstein integrada en el mismo contexto desde hace pocos años. Potentes como cabía esperar.
De nuevo volvíamos a terrenos galos, esta vez en el Sónar Pub con el live de Vitalic, que nos animó todavía más. Su show fue de lo mejor de la noche. El pasado enero publicó Voyager (Clivage Music), su cuarto álbum de estudio. Este genio de la electrónica no defraudó en directo. Como tampoco lo hizo The Black Madonna. Marea Stamper, más conocida como The Black Madonna, ya encandiló el año pasado pinchando en el Sónar de Día. Este año tuvo el honor de cerrar el Sónar de noche en el Sónar Pub con una sesión de dos horas de duración, ahí es nada. Vimos amanecer con la DJ residente en Chicago y nos iluminó con su presencia, bailarines incluidos.
Esto fue lo que dio de sí una excitante edición más del Sónar que sigue cosechando éxito y adeptos. 2018 se presenta además con el aliciente de que se cumplen 25 años de festival, lo cual promete. Estaremos muy atentos a las noticias que vayan saliendo sobre tan esperada cita.
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Foto principal: Justice, por Matías Altbach