El pasado viernes 7 de noviembre, Buenos Aires se vio sacudida por la presentación de Encyclopedia (2014, Minor), el último álbum de estudio de The Drums, la perspicaz banda de Brooklyn engendrada por Jonathan Pierce y Jacob Graham. Sorpresivamente – y digo esto porque resultó ser una combinación interesante a nivel auditivo – los encargados de encender las turbinas sobre el escenario de Groove fueron los locales Entre Ríos, la banda de pop electrónico emprendida por Sebastián Carreras y Gabriel Lucena, del dueto “Tus Hermosos”, junto a Loló Gasparini, Paula García, Lucas DM, Rosario Aless y Bruno Giudice. Y así como de repente, una parva de técnicos y asistentes subieron a armar el backline de los neoyorkinos y el público lentamente se fue apretujando hacia adelante y la emoción de escuchar a The Drums en vivo por segunda vez en suelo nacional alcanzaba niveles elegantes. Y las luces se apagaron y ya no había técnicos corriendo de lado a lado, y mientras las cámaras de fotos hacían foco, cuatro sujetos ensombrecidos adoptaban una posición estática frente a una multitud ansiosa y agradecida. El siniestro sintetizador de uno de los cortes más difundidos de Encyclopedia, “Bell Laboratories”, colmó el lugar. Con gracia y elegancia, Jonathan Pierce comenzó a moverse cual reptil mientras entonaba la primera estrofa. “Bell Laboratories” es el claro ejemplo del cambio radical que The Drums tuvo que ejecutar tras la disertación de dos miembros antiquísimos de la banda. Pierce y Graham vieron en los sonidos austeros de la electrónica el poder para contrarrestar la ausencia de anteriores instrumentos. Y resultó.
El segundo corte de Encyclopedia elegido para continuar fue “Let Me”, de melodía pegadiza y coros entrañables que la mayoría del público ya parecía conocer de principio a fin. Luego fue el turno de la esperada “Me and the Moon”, del primer disco que lleva el nombre de la banda, donde los espectadores se divirtieron con las coreografías noventosas de Pierce, que funcionó a modo de showman durante toda la presentación. De nuevo en el presente, la banda ejecutó la casi-balada que recuerda a la vieja formación, “I Can´t Pretend”, y “Kiss Me Again”, ambas de Encyclopedia. “Best Friend” retomó las riendas del historial drumstero y cabe aclarar que no hubo quien se haya atrevido a estarse quieto. “Money” fue uno de los temas más destacados de Portamento (2011, Frenchkiss / Moshi Moshi), y la canción elegida para culminar la velada fue “How It Ended” – perteneciente al mismo disco -, que seguramente resonó en la memoria de los asistentes incluso hasta algunas horas más tarde. Y es que The Drums es la prueba fehaciente de una banda que muta y evoluciona y que es capaz – siguiendo el ejemplo de un sinfín de músicos superdotados, como Julian Casablancas – de producir creativamente discos sólidos y coherentes con algunos tintes de renovación y falsos espejismos – porque ninguna banda esconde su historial debajo de la alfombra – y los vestigios de aquel cuarteto de jóvenes sembraron una satisfacción con el género indie que cada vez parece retorcerse más para sus adentros. Una promesa y un presagio: de la reverberación de The Drums hay para rato.
Fotos: Matías Casal