Con tan solo 23 años, Troye Sivan es uno de las últimos hitos del pop a nivel mundial. Desde sus primeros pasos como estrella de YouTube hasta volverse un actor hollywoodense en la actualidad, el joven australiano sumó millones de seguidores en muy poco tiempo. También logró convertirse en una figura visible y combativa de la comunidad gay y un símbolo inspirador para los más jóvenes. Troye llego a nuestro país para presentar su segundo disco Bloom, el cual salió el año pasado y lo confirmó como uno de los actos más poderosos en la industria musical, derribando barreras y consiguiendo números altísimos en plataformas como Spotify.
Luego de perder su valija al bajar del avión y quedarse sin agua en su hotel, Troye se presentó la noche del jueves en Niceto Club como parte de uno de los sideshows del Lollapalooza 2019. A las 21 h en punto hizo su entrada triunfal desde lo más alto del lugar sobre la parte izquierda superior del escenario. Desde el primer verso de “17”, canción perteneciente a su segundo álbum, el público demostró su euforia y entusiasmo para cantar todas las canciones, saltar y bailar. Prácticamente no se podía oír la voz del joven entre el canto de sus fanáticos y los gritos desesperados por verlo.
Para la segunda canción y ya en el escenario, el joven se vio en la necesidad de frenar el show para asistir a la ola de fans que se desmayaban por el terrible calor que había en el ambiente. Siguieron canciones de su álbum debut como “Heaven” y “Fools”, igual de festejadas por los presentes. “Lucky Strike” y su último hit junto a Lauv “I’m so Tired” fueron la antesala de un cambio de vestuario y una seguidilla de baladas con Troye sentado al piano. “Postcard”, “Good Side” y “What a Heavenly Way to Die” mostraron su lado más vulnerable demostrando que su música no solo está hecha para bailar.
Después de un breve descanso, Troye volvió a la acción con un nuevo vestuario y un pedacito de su hit junto a Charli XCX “1999”, seguido de “Dance to This”, su canción junto a Ariana Grande. Para el final y a pedido de la gente, la joven estrella regresó al escenario para hacer dos de sus canciones más populares, “Youth” y “My My My”. Esta última cerró con un show de papelitos y todo el público bailando. Fue un resumen de una noche de pop impecable plagada de hits, y una conexión especial entre Troye y sus fans. El joven se mostró arrepentido de no haber venido antes al país y declaró que nunca había vivido algo así en su vida. Esperemos no tarde demasiado para volver y que cumpla su promesa de hacer un show en un lugar más grande.
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Foto principal: Florencia Carrasco.