Wild Nothing se presentó por segunda vez en Argentina. Estuvimos en el show en el que conquistó al público argentino y reafirmó su principado en el dream pop.
Jack Tatum empezó a tocar los acordes de “To Know You” de su último disco Life of Pause, y el público quedo anonadado. Si bien es una de las canciones más rockeras de su repertorio, la gente quedó deslumbrada por la calidad musical de la banda, y por la voz dulce y melancólica del amigo Jack.
“¡Hola! ¡Estamos muy contentos de regresar a la Argentina!” mencionó Jack en varias oportunidades. Sin altisonancias ni histrionismos, mantuvo una interacción con el público durante todo el show. El guitarrista y el baterista también agradecieron y se mostraron alegres por la respuesta positiva del público; esa sinergia se mantuvo durante todo el show.
De todos modos, Tatum no es una estrella pop y se resiste a las etiquetas; desplegó una variedad de estilos que caracterizan su último trabajo. Con un aspecto de joven de clase media de Virginia, con una campera de jean barata, parecía uno más del público, o más bien un amigo o un novio ideal para presentar a tus padres. A diferencia de sus dos primeros discos más orientados al dream pop y al shoegaze, Life of Pause propone un sonido más sólido en el formato canción del post punk ochentoso, y con algunos juegos psicodélicos; ésta vez más cerca de la experiencia beatle -como en la bella “Love Underneath My Thumb”- que de My Bloody Valentine. La banda estuvo demasiado prolija y para los que apreciamos el rock y el shoegaze, resulta denso y tedioso. De todos modos, mejora las canciones de Tatum, en particular el guitarrista que tocó fiel al estilo marrtiano, y nos recordaba al gran Johnny Marr en sus comienzos, tocando en lugares similares a Niceto.
Durante todo el show, mantuvieron la calidez y la alegría, esos instantes de felicidad que transmiten sus canciones pop, y expresaron una clara influencia manchestereana, en “Live in Dreams” y “Summer Holiday”, dos canciones de su primer gran LP Gemini, que nos recuerdan a The Smiths. O “Paradise”, de su segundo disco Nocturne muy cerca de New Order. Hay algo de revival en Wild Nothing; cierta nostalgia a un sonido que se escuchaba más en décadas pasadas. Pero las canciones del último disco tienen aspectos experimentales; más efectos de teclados y mayor presencia de la preciosa voz de Tatum. Esto puede escucharse en canciones como “Lady Blue” y “TV Queen” pero principalmente en “Raichpop”, quizá la mejor canción del ultimo trabajo, en sintonía con la reciente etapa de Radiohead.
El momento sensual y melódico fue con “Alien”, un canción de amor con un teclado impecable. El momento más celebrado por el público, pogo incluido, fue con la canción “Only Heather” un temazo de su disco Nocturne. Hasta un chico subió al escenario, lo besó –no en la boca como se esperaba- y se sacó una selfie.
Cuando todo parecía terminado, la banda volvió con tres canciones: “Japanese Alice“, el tema rocker de la banda y luego “Life of Pause“, que nos volvió a transportar al mejor pop de los ’80. Por último “Shadow“, la canción que cerró el show y que abre el disco Nocturne; es el hit del dream pop. Se escuchó repetidas veces: “Te amo”, en particular de un grupo de chicas que estaban delante de todo, a lo que Jack les respondía con una sonrisa tímida.
Wild Nothing expresa un sonido complejo interpretado por músicos simples y humildes. La energía positiva, la dulzura cuasi inocente de Tatum y la prolijidad de la banda, es lo que más se destacó de su show en la Argentina.
–
Fotografía principal: Victoria Mourelle