Camino a una utopía plagada de sonidos: Camaleónica, seguramente la palabra más perfecta que se puede utilizar a la hora de definir a Najwa Nimri, cantante y actriz de 40 años. Musicalmente, la carrera de Najwa ha experimentado muchos cambios, ninguno de ellos malo, fue el 50% de NajwaJean, ha cantado en inglés, más tarde en español y por el momento se ha adentrado en la música electrónica.
¿Qué más dan el color y longitud de su pelo? El pasado sábado, Najwa hizo disfrutar a su público como nunca, el ambiente en la sala fue de lo más animado.
Najwa sube al escenario, y con ella toda una atmósfera de sensaciones, todo esto ocurre pasadas las doce de la noche. Viste medias negras, camiseta ancha, unas cómodas botas y una chaqueta impermeable de Nike, la capucha puesta, por supuesto.
El concierto se abre con la misma canción que el disco, “Nada nos puede pasar“, Raúl Santos acompaña a una Najwa onírica en el escenario, todo comienza.
Al principio da la sensación de que va a ser muy lento, pero minutos después del comienzo, cambio de opinión, todo transcurre fugaz, en un universo paralelo.
“Donde rugen los volcanes“, primer single del último disco de la cantante, es el segundo tema que se escucha, le sigue un remix escuchado en la gira anterior, no se conoce su título, pero la frase más mencionada en él es “I don’t wanna die”. El concierto transcurre entre movimientos, gestos y dulces gritos procedentes de la voz de la cantante, por unas horas parece que estamos en otro mundo.
Somos su nuevo invitado es una de las canciones más coreadas, y aunque pareciese imposible, la noche se anima cada vez más.
A las canciones del último disco se incorpora otro remix, también en inglés, del conocido tema “Following Dolphins”.
Una vez acabado el evento y reflexionando sobre la trayectoria de la cantante, viene una frase a mi mente, “nada es lo que parece”.