Diversos eran los rumores que se escuchaban en el bar más próximo a Niceto Club el 1º de mayo a las 21 hs, ya que había que hacer tiempo y el tiempo se desdoblaba en mitades y mitades, como si cada minuto pareciera anunciar que Nada Surf iba a cancelar el show o que por ser día del trabajador la gente de Niceto Club no abriría las puertas ni las boleterías. Pero no, rumores sin más.
Aunque la espera impacientó y tiñó de hastío al público (casi tres horas de retraso), las ganas de ver a los newyorkinos tocando en Buenos Aires por primera vez eran colosales.
Valle de Muñecas teloneó a la banda soporte, Satan Dealers: quinteto liderado por Adrián Outeda en voz, autodefinido como rock salvaje e influenciados por el hard noventoso. Y la década del noventa posiblemente sea el único nexo que vincula al quinteto con Nada Surf: banda sinónimo de adolescencia inmortal, de escuchar cds (o compacts), de álbumes con canciones redondas de puro rock alternativo, letras y melodías poderosas.
Presentando el último disco, The Stars are Indifferent to Astronomy (2012), Matthew Caws (guitarra y voz), Daniel Lorca (bajo y voz) e Ira Elliot (batería y voz) más dos grandes invitados, abrieron el show con el tema que da inicio al mismo, “Clear Eye Clouded Mind”, canción bien arriba desde el primer acorde.
La felicidad del público, compuesto por veiteañeros, treintañeros y varios jóvenes de espíritu borró los restos del hastío previo. Pedidos de disculpas y mucha afabilidad de parte de la banda, disculpas aceptadísimas de parte del público. Sigan tocando, está todo más que bien.
Tal vez presentar el último disco fue la excusa para que el trío se diera el gusto de tocar canciones de varios de sus siete álbumes editados a lo largo de dieciséis años de trayectoria (y algunos recesos de por medio).Y como si fuera poco, con Doug Gillard en la guitarra (ex integrante de Guided by Voices) y Martin Wenk en la trompeta (integrante de Calexico) que se lucieron especialmente en la segunda mitad del recital.
El setlist continuó con el segundo track, también del último disco, seguido por “Happy Kid” para adentrarse en una sinuosidad de canciones que van desde los dos primeros discos (para sorpresa del público) como el hit “Popular”, de High Low (1996), “80 Windows” o “Hyperspace”, de The Proximy Effect (1998), atravesando temas de los álbumes Let Go (2002), The Weight Is A Gift (2005) y Lucky (2008).
Y el momento cúlmine, de perfecta fusión banda-público, confluyó en “Blankest Year”, cuando, a pedido de Matthew Caws, el publicó coreaba fuck it! con una complicidad cósmica.
Finalizado el show, los más devotos se resistían a irse pese a ser casi las tres de la mañana, y bien les valió la resistencia: Matthew Caws hizo mejor aún el perfecto final con un inesperado set acústico en pleno pasillo de Niceto Club, tocando canciones como “Zen Brain” y “Blizzard of 77”a pedido de los que rodeaban en círculo al cantante, exacerbando la calidez y sencillez improvisada de la situación, a la que también se sumó Daniel Lorca.
Puertas afuera, los chicos firmaron autógrafos y se sacaron fotos con varios groupies quienes, lejos de disimularlo, demostraban implícitamente que nunca es tarde para los sueños adolescentes.
La espera valió la pena. La paciencia “es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces”, dice el refrán.
*Fotografías por Candela Gallo