Dada la envergadura del festival, hemos preferido separar por jornadas nuestra reseña, centrándonos en nuestro personal recorrido por los artistas primaverales. Así, podrán viajar directamente hacia sus intereses, y terminar disponiendo de un balance general del Primavera Sound Festival, uno de los eventos musicales más destacados de la escena indie europea. (Segunda Parte)
Sábado 2/6
Parece ser que nuestra idea de empezar la jornada del sábado con Kings of Convenience, fue la misma que la del 80% de asistentes al festival. Solo eran las ocho y media de la tarde y los noruegos ya tenían lleno el escenario principal. El concierto empezó tranquilo, un dúo de voces y guitarras casi acústico, que seguramente hubiera brillado más en el auditorio. Entre fans incondicionales, habladurías de aburrimiento. De todas formas, tanto para los más adeptos como para los que no, la calidad de Erlend Oye y Eirik Glambek era indudable. La primera mitad del concierto se desarrolló en ese formato tan íntimo, y ya en la segunda, cuando se añadieron batería y bajo, el público se empezó a animar. Destacaron sobretodo “I’d Rather Dance With You” y “Misread“. En general disfrutamos de un folk sin adornos, de una limpieza extrema, y de una serenidad y sencillez que ya les es característica. Una delicia.
Después de la tranquilidad acústica de Kings Of Convenience, nos vamos a ver a Beach House, otro tipo de tranquilidad mucho más sintetizada, para uno de los grupos del momento. Poco después del lanzamiento de Bloom– su último álbum -, el concierto ha generado gran expectativa, y aunque muchos opinen lo contrario, para nosotros no ha defraudado. Una escenografía oscura, con juegos de luces y sombras, y un eventual fondo estrellado. Una voz que siempre nos cautiva de Victoria Legrand, y una envolvente guitarra de Alex Scully. Pese a su debatida quietud y temple – el grupo no es muy dado al exhibicionismo -, fue todo un conjunto mágico. El momento álgido llegó con la maravillosa “Myth“, sencillo de su nuevo álbum, donde encontramos otras bellezas como “Lazuli“o “Gila“.
Y llega el turno de Chromatics, que se ha convertido en una banda mucho más conocida después de que su tema “Tick Of The Clock” se incluyera en la banda sonora original de Drive, – para nosotros – la obra maestra cinematográfica del pasado año. Seguramente el lleno que obtuvo en el Primavera Sound era principalmente por esa razón, sin embargo, aunque no se puede decir que Chromatics haga precisamente una música bailable y animada, la previa a Justice que nos ofrecieron el dúo de Portland fue de lo más delicado e intenso. Johnny Jewell y Ruth Radelete han sacado recientemente su nuevo trabajo Kill for Love, después de cinco años de espera que han valido la pena para un resultado de hora y media de musicón, incluido en diecisiete pistas. El productor norteamericano Johnny Jewell, también trabajando con Glass Candy, Desire (nos encanta la canción “Don’t Call“) y Simmetry, nos tiene totalmente embrujados, y el sábado igualmente fascino con su synth pop a un llenísimo escenario Vice. Brutal “These Streets Will Never Look The Same“.
Justice, en formato live, eran el plato fuerte del sábado después de la cancelación de Bjork. Fuimos temprano a coger sitio para disfrutar de lo que bien seguro sería una espectáculo. Y así fue, un show muy preparado a la par que efectivo. Canciones predominantemente de su álbum debut, con la introducción de temas de su reciente y bastante criticado nuevo trabajo Audio. Video. Disco – se dice que no alcanza la categoría del otro – aunque escuchando temas como “Civilization” u “On’n’on” nosotros no estamos muy de acuerdo. Una pasada el show visual que se agradece en los conciertos de Djs, y que dio poco trabajo al equipo de cámaras, que filmo en el mismo ángulo durante todo el directo. Altavoces que se iluminaban, un sonido muy bestia, y la cruz distintiva del dúo francés como eje central. Un live frenético y bailable, que hizo despertar el cansancio de la madrugada del ya cuarto día de festival.
Domingo 3/6
El último día del festival, y ya con el agotamiento pasando factura, nos acercamos a los conciertos gratuitos de Arc de Triomf, para cerrar estos cinco días de buena música.
Un fin de fiesta pasado por agua del que no tenemos mucho que destacar, más que la huida de cientos de personas al caer un chaparrón veraniego de los que empapan. El pop sintético de Joe Crepúsculo, que sonaba un tanto desafinado, y un compositor multi-instrumentista como Yann Tiersen del que no pudimos disfrutar al 100% debido a las condiciones meteorológicas. Pero bueno, tampoco nos importó mucho, llevábamos disfrutando de conciertos extraordinarios durante días y días, y como cierre ya nos pareció perfecto.
Balance General
El cartelazo de esta edición del San Miguel Primavera Sound ya auguraba un final feliz. El cansancio ha valido la pena, y con creces. Un pase tras otro de genialidades musicales aptas para todos los gustos. Tanto la sección de grupos más mainstream, como los descubrimientos o grupos más noveles, han destacado en cuanto a calidad musical.
Como críticas constructivas, vigilar con el sonido del Escenario Mini – que mejoró al paso de los días-, y instalar alguna antena receptora que permita tener cobertura en el recinto. No entendemos como no se prevé la sobresaturación de las líneas móviles, que provoca grandes problemas de comunicación entre los asistentes.
Por otro lado, ha sido muy criticado que hubiera un cabeza de cartel de diferente estilo para cada jornada. No estamos para nada de acuerdo. Están los forofos de a música con su abono para todo el festival, y los que quieren ver en directo a grupos que se acerquen más a su estilo, por lo tanto ¿qué mejor que congregarlos por días?.
También creemos importante felicitar a la organización por toda la propuesta gratuita en la ciudad, tanto en Arc de Triomf y Ciutadella, como por los conciertos en la Sala Apolo. Eso demuestra el compromiso para/con la ciudad que tienen los fundadores del festival: tres enamorados de Barcelona.
Y para terminar, y si tubiéramos que escoger, vamos a montamos nuestro podio personal. Bronce para el envolvente directo de I Break Horses, plata para el festival de sonido y luces de Justice, y el oro sin duda para la perfección onírica de M83.