LA MÚSICA DEFINITIVAMENTE GANÓ
El segundo día del Music Wins Festival arrancó más temprano que el primero. El cielo estaba cubierto de nubes que auguraban una gran lluvia, pero no pasó de una amenza. Los nubarrones se fueron disipando e incluso hubo intermitentes apariciones del sol, que acompañó a una gran tarde de música en vivo.
La jornada, a diferencia de la anterior, se perfilaba más rockera, con un line-up que soprendió a más de uno, ya que muchos de los presentes nunca habíamos visto a varias de las bandas que tocaron.
Tres escenarios sostuvieron a los veinte conjuntos que se presentaron en el segundo encuentro del festival: el Music Stage, el Wins Stage y el Mandarine Tent. El evento tuvo la dinámica de los grandes festivales internacionales y en todo momento hubo al menos una banda arriba de alguna de las tres tablas.
A continuación, nuestras crónicas:
Ph: Matías Altbach
Cerca de las 14:30 horas comenzó la música en el Mandarine Tent, de las manos, guitarra, batería y voces de Santos Wussies, una de las mejores bandas de la escena emergente de Argentina, que dio un show tremendo. Rock bien eléctrico, como para despejar la resaca de los rezagados de la noche anterior.
Por Adrián Rocha
Ph: Matías Casal
Casi en simultáneo, Los Asteroids inauguraban el Wins Stage, dando un gran recital en donde el audio propio del conjunto se lució a través de una gran fidelidad al sonido de sus discos. El rock alternativo de la banda liderada por Alex Santa Rosa confirmó su pertenencia al pop latinoamericano brindando un show contundente.
Por Nico Vintage
Ph: Patricio Colombo
Pero volvimos al Mandarine Tent para la presentación de Soldadores, un dúo de rock and roll que recupera el sonido de las experiencias de Hendrix y del rhythm and blues. El grupo integrado por Diego y Dylan dio un recital fiel a su estilo: con mucha electricidad y guitarras bien cargadas.
Por Adrián Rocha
Ph: Matías Casal
Mompox iniciaba la seguidilla de bandas del Music Stage. La banda que apuesta por los sintetizadores como canal de comunicación psicodélico, llevó a cabo un show con mucho color. Caleidoscopio y viajes a los sesentas fueron las claves de un recital excelente.
Por Nico Vintage
Ph: Matías Altbach
Para todo aquel que hubiera almorzado temprano y salido al encuentro de lo que parecía ser un día de inminente lluvia, la recompensa se encontraba en los cinco representantes de New Jersey que dotan de hermosura lo que conocemos como Real Estate.
Enmarcados en la promoción de su inigualable Atlas, y con la dosis necesaria de canciones de su primer y segundo disco, la banda propició un cálido y sentido show que se enterneció con los chistes e interacciones que brindaron a un público que todavía estaba aclimatándose.
Una hermosa manera de inaugurar una tarde donde la lluvia se sintió ajena y el sol ganó la contienda.
Por Agustina Checa
Ph: Matías Casal
Delta Venus tocó en el Mandarine Tent y no dejó dudas de su capacidad para crear melodías que en vivo transmitieran la frescura de quienes realmente comprendieron el concepto del pop. Un show potente y al mismo tiempo zen, donde la fuerza residía en esos climas que a veces pensamos que nunca regresarían.
Por Adrián Rocha
Ph: Matías Casal
Los australianos de Pond dieron un show muy potente. Guitarras poderosas, mucho movimiento y un frontman que se llevó el mundo por delante, fueron los protagonistas del Music Stage, que estaba colmado de gente. La banda quedó sorprendida por la respuesta del público argentino. En una breve entrevista concedida a Indie Hoy, Nick Allbrook dijo que el Music Wins le pareció un evento diferente y que se encontró sorprendido con la energía de la gente, y aseguró querer venir a vivir al país en algún momento de su vida.
Por Adrián Rocha
Ph: Matías Altbach
¿Qué podría agregarse a lo que ya todos sabemos sobre Los Coming Soon? Cada vez que tocan la gente se mueve, baila. Además de sonar muy bien, transmiten una energía contagiosa, que hizo detenerse en el Mandarine Tent a más de uno que inadvertido pasaba por la carpa.
Por Nico Vintage
Ph: Matías Altbach
Erlend Øye and The Rainbows no deja de sorprender con sus incursiones en diferentes estilos. Un poco distanciado de las introspectivas canciones de Kings of Convenience, el compositor noruego dio un show con momentos tropicales y canciones que llevan arreglos índicos y caribeños, que se encuentran en las exploraciones que viene haciendo en sus discos solistas, sobre todo en el último. Gran recital de Erlend.
Por Adrián Rocha
Ph: Matías Altbach
Les Mentettes salió con toda la potencia flotante que los define. El grupo de indie pop recorrió sus canciones a través de un cálido recital que hacía viajar a cada uno de los que allí estábamos. Canciones como en el disco, soñadoras, espaciales, y una presencia en vivo que conmovió al público que se acercó al Mandarine Tent.
Por Nico Vintage
Ph: Julieta Bagnato
D.I.E.T.R.I.C.H. llenó de paz el Mandarine Tent del Music Wins. Con un sonido original que mezcló lo instrumental con lo psicodélico, la banda combinó con armonía los diferentes ritmos que veníamos escuchando durante la tarde. Si bien tocaron al mismo tiempo que los Beach Fossils, su show resultó ser como una inyección relajante para los corazones acelerados que no dejaban de palpitar al ritmo de la ansiedad que genera escuchar tanta música increíble en vivo.
Por Romi Bedrossian
Ph: Patricio Colombo
Entradas las seis de la tarde, todos los ojos se depositaron en los cuatro individuos que ocupaban el segundo escenario del predio. Un tímido Dustin se acercó al micrófono, para expresar (como si fuera necesario) “Somos Beach Fossils, de New York City” y luego de una intrigante intro la gente se encendió a la par de “Calyer”.
En una presentación completamente explosiva e igualmente emotiva, brillaron las canciones que componen su más reciente producción Clash The Truth, junto a esas hermosas melodías guardadas en el cajón de recuerdos de su LP homónimo. El toque de singularidad y completa sumisión fue propiciado por los temas que componen su inmenso EP What a Pleasure, siempre recibidos con la arrolladora exaltación correspondiente.
Un cautivado Payseur no dejaba de expresar su alegría ante la sorpresa de ver esos cuerpos enardecidos que coreaban desde el alma las letras de sus canciones, testeando fuerzas en empujones de excitación y sonrisas de incredulidad. Situación que derivó en un inesperado stage dive que resultó en la pérdida (y posterior devolución) de los anteojos del frontman. Sin duda uno de puntos más prominentes de la jornada.
Por Agustina Checa
Ph: Pablo Mekler
Finalizado Beach Fossils en el Music Stage, y en simultáneo con Los Álamos en el Mandarine Tent, Juana Molina apareció en el Wins Stage. La nueva banda le sienta muy bien. Con temas de su último disco “Eras” y un breve repaso por los anteriores, demostró que esa idea de que “afuera le va mejor que en su país” quedó en el pasado. La emoción del concurrido público llegó a niveles extremos mientras cada tema se alargaba con magníficas experimentaciones sonoras.
Por Santiago Scauso
Ph: Julieta Bagnato
Los Álamos se presentó en el Mandarine Tent, dejando todo en el escenario. La banda porteña que tiene ya diez años de trayectoria, dio un recital poderoso, en donde los clásicos sonidos que supieron construir en su carrera siguen vigentes por medio de una renovada estetización del estilo. En vivo confirman las grabaciones, ya que además de sonar muy bien ponen encima del escenario una fuerza rockera de tipo old school.
Por Adrián Rocha
Ph: Patricio Colombo
Los noruegos de Kakkmaddafakka se destacaron no sólo por su nombre impronunciable sino también por su divertido show en el Music Wins. A pesar del horario desfavorable en el que tocaron –al superponerse con el francés Yann Tiersen-, hicieron bailar descontroladamente a todo el público en el mismo escenario donde el día anterior estuvo la banda inglesa Metronomy, con quienes compartieron un sideshow en Crobar después del festival.
El concierto fue un coctel musical que mezcló todo tipo de géneros y temas como “Someone new”, “Restless” y “Forever alone”-esta última elegida como la canción de cierre, que aun con una letra desesperanzadora no pudo evitar que se sacudiera la carpa en la que se encontraba el escenario.
La energía de sus shows resulta extremadamente contagiosa, con bailes coordinados en el escenario –de la mano de los hermanitos conocidos como los “Kakkmaddachoirs”- y un frontman -Axel Vindenes- más que carismático. Sin dudas se ganaron los aplausos de muchos curiosos que se acercaron a verlos y se llevaron unos cuántos fans más para la próxima vez que vengan. Después de haber estado ahí, resulta muy fácil definirlo: su show fue una verdadera fiesta.
Por Romi Bedrossian
Ph: Pablo Mekler
Yann Tiersen y compañía tomaron el escenario principal apenas anocheció. Si bien su propuesta sonora podía ser algo anticlimática en contraste a todo aquello que se había escuchado y se estaba por escuchar, fue un quiebre refrescante y necesario. Habiendo dicho esto, el francés demostró ser capaz de hacer ruido distorsionado y agresivo como cualquiera en las partes más rockeras de su set. Pero eran los momentos donde Tiersen quedaba abandonado con las teclas o tocaba un solo de violín de una intensidad inalcanzada donde el compositor del soundtrack Amélie realmente brilló. Muy emotivo.
Por Barto Armentano
Ph: Patricio Colombo
Con un poco de retraso después de la explosiva presentación de Kakkamaddafakka, los chilenos más festivos de todos se adueñaron de la carpa del Mandarine Park para teñir sensaciones con ese inusual pop psicodélico que los caracteriza.
En un divertido show que se valió mucho del acompañamiento de estímulos visuales, el cuarteto Astro sacudió caderas con las canciones más impactantes de su disco homónimo. Así, se sucedieron “Colombo”, “Panda”, “Manglares”, “Ciervos”, y la tan esperada “Maestro Distorsión” para remitir a aquella primera producción Le Disc De Astrou.
Con cada visita sólo agravan la (cada vez más dificultosa) tarea de esperar su próximo trabajo.
Por Agustina Checa
Ph: Pablo Mekler
No se puede ser muy objetiva que digamos cuando sentís que cinco personas te arrollan con cada una de las notas que están tocando arriba de un escenario. Los escoceces de Mogwai volvieron al país para hacernos vibrar con temas como “Rano Pano”, “Haunted by a Freak” y “Auto Rock” y nos mantuvieron con todos los sentidos despiertos durante un poco más de una hora. El final con “Batcat” nos dejó con ganas de más de ese post-rock electrizante, y sin lugar a dudas esta banda fue lo más destacado de la noche del lunes.
Por Flor Garrido
Ph: Patricio Colombo
El Music Wins Festival llegó a su fin con el esperado regreso de Tame Impala al suelo argentino. La lista de temas no difirió mucho de la presentación que dieron el año pasado en el Teatro Vórterix; pero aquello que se perdió en intimidad, se suplió con mucha interacción con el público, que coreaba y pogueaba desde la primera nota de cada canción. Es difícil precisar en qué momento el pueblo argentino adoptó a Tame Impala al punto de que convocaran a una audiencia de miles de personas fanatizadas al aire libre; sin embargo, la banda liderada por Kevin Parker demostró estar a la altura de la circunstancia, interviniendo un set de otra manera estático con jams improvisados que sonaban increíbles. Éstos eran evidencia de lo que es Tame Impala en realidad: un conjunto de músicos excelentes que se elevan exponencialmente por estar en un trance sincrónico, simbiótico y armónico. Feels like we only go backwards? Quién sabe, pero Indie Folks y Tame Impala siguen tomando la delantera, de eso no hay duda.
Por Barto Armentano
Ph: Julieta Bagnato
La alegría y la fiesta en los shows de Él Mató a un Policía Motorizado son moneda corriente. Los platenses se presentaron en la Mandarine Tent y fueron los encargados de cerrar el Music Wins Festival. Cuando Tame Impala había tocado su última canción, desde afuera de la carpa aún se podía escuchar a Santiago Motorizado y compañía haciendo “Yoni B”. Con “Chica rutera” y “Amigo piedra” al comienzo del setlist, la banda pasó por temas clásicos como “Mujeres bellas y fuertes” y la infaltable “Mi próximo movimiento”.
Por Flor Garrido