Comenzó una nueva semana, y para que vayas confeccionando tu grilla de tiras para ver en los próximos días, te acercamos tres propuestas de acción, uno de los géneros infaltables en la selección de todo seriéfilo.
Perdida
Perdida se sitúa entre Valencia y Colombia y gira en torno a unos padres que harán lo que sea para descubrir lo que ha pasado con su hija de cinco años, llamada Soledad (Verónica Velásquez), que desaparece mientras están disfrutando de un día cualquiera en la playa de la ciudad española.
Su padre, Antonio (Daniel Grao), hará así lo que sea para conseguir respuestas para desvelar los auténticos motivos por los que una niña de cinco años desaparece sin dejar rastro. Como por ejemplo, tragar unas bolas de cocaína en Bogotá e ir al aeropuerto para que lo detengan y así poder entrar en la prisión extranjera La Brecha para averiguar el paradero de su hija.
La revolución
Thriller francés que se centra en la toma de la Bastilla, hecho político crucial ocurrido en en 1789. Pero lejos de tratarse de una serie netamente histórica, este relato audiovisual está teñido por ciertos elementos propios del terror y lo fantástico.
En este caso, la corrupción y la tiranía de la realeza no son los únicos motivos detrás de la rebelión del pueblo, sino que también aparece una extraña enfermedad que literalmente vuelve azul la sangre de los nobles y les provoca instintos asesinos. Quien descubre la presencia de esa patología es el futuro inventor de la guillotina.
Se trata entonces de un enfoque bastante delirante que muestra a la Revolución francesa casi que en clave de ciencia ficción.
Marco Polo
Marco Polo es una serie de televisión histórica inspirada en los primeros años del explorador y navegador veneciano Marco Polo (Lorenzo Richelmy), a través de sus aventuras en la China del siglo XIII, durante su periodo en la corte de Kublai Khan (Benedict Wong).
La tira narra el momento en el que Marco Polo es sorprendido por el abandono de su padre (Pierfrancesco Favino) en el kanato mongol. Ante esto, Kublai Khan, el líder del Imperio mongol y el fundador de la dinastía Yuan, le da la bienvenida como invitado y sufre de soledad mientras se esfuerza por demostrar su valor como invitado.
La aventura del protagonista pasa al siguiente nivel cuando se enamora de la princesa Kokachin (Zhu Zhu) y ayuda al kanato en sus batallas contra la dinastía china. En ese contexto, Marco debe aprender a navegar a través de la política y la cultura de la vida en la corte oriental, quien está en medio de su búsqueda para convertirse en emperador del mundo y ve a Marco como una herramienta valiosa en esta conquista.