Hay series que, a diferencia de otras que fueron creadas para entretener, logran conectar en profundidad con los sentimientos del espectador. Ejemplo de ello son las tres propuestas disponibles en Netflix que tenemos para recomendarte hoy.
Un lugar para soñar
Basada en las novelas homónimas de Robyn Carr, Virgin River gira en torno a Melinda Monroe (Alexandra Breckenridge), una enfermera recientemente divorciada, que responde a un anuncio para trabajar como matrona en una remota ciudad de California, ya que piensa que es el lugar perfecto para comenzar su nueva vida. Así es como la mujer deja su ciudad de origen para irse a vivir a este entorno rural, donde debe aprender a curar sus recuerdos dolorosos. Además, la protagonista conoce a un hombre impresionante en esta pequeña ciudad.
Lenox Hill
Serie documental médica en la que la premisa gira principalmente en torno a la vida de médicos especialistas de las áreas de neurocirugía, medicina de emergencia y obstetricia y ginecología en el Hospital Lenox Hill de Nueva York.
Durante ocho episodios, Lenox Hill muestra las historias de cuatro médicos profesionales de tres áreas distintas en la rama de la medicina: los doctores David Langer y John Boockvar, especialistas en neurocirugía; la Dra. Mirtha Macri, del área de Urgencias; y Amanda Little-Richardson, una residente jefe de obstetricia-ginecología, que está en su último año y quien también está esperando un bebé.
La tira exhibe las tramas que ocurren en uno de los hospitales más famosos de la Gran Manzana, los casos de los pacientes y el día a día de los médicos que están en el centro de cada momento para atender la salud de quienes llegan a su consultorio.
Black Earth Rising
En el año 1994, Ruanda sufrió un genocidio de la etnia hutu contra la tutsi, considerado uno de los peores de la historia al darse a conocer el número de víctimas.
La historia se centra en Kate Ashby (Michaela Coel), una tutsi de nacimiento que fue la única de su familia que logró sobrevivir a la matanza. Después de la tragedia, la pequeña fue adoptada por Eve Ashby (Harriet Walter), una abogada internacional que estuvo involucrada en la resolución del conflicto.
Ya adulta, la mujer trabaja como investigadora legal para un bufete de abogados que se especializa en los derechos humanos, pero los fantasmas del pasado vuelven a atormentarla cuando su madre toma un caso en la Corte Penal Internacional contra un militar que llevó a cabo el conflicto en la región africana.