El fin de semana es un conjunto de días más que ideal para descansar, disfrutar junto a la familia y/o los amigos e invertir tiempo en todas esas cosas que debemos postergar de lunes a viernes, entre las cuales está maratonear una serie.
Si estás pensando dedicar tu próximo finde para sumergirte en una historia, llegaste al lugar correcto, ya que a continuación tenemos tres propuestas para ofrecerte.
Arenas movedizas
Tras la masacre en una escuela preparatoria de uno de los barrios ricos de Estocolmo, la alumna ejemplar, Maja Norberg (Hanna Ardéhn) es detenida y acusada por su participación en el tiroteo.
A medida que la investigación avanza, detalles perturbadores sobre la vida de la joven y la relación con su novio, Sebastian Fargeman (Felix Sandman), el hijo del multimillonario más poderoso de Suecia, salen a la luz.
Fiestas desenfrenadas, consumo excesivo de drogas y episodios de extrema violencia. Todo lo anterior y más era parte del día a día de la pareja, y que parecen ser factores muy importantes para entender los trágicos hechos de esa mañana.
Después de pasar nueve meses en prisión, Maja tendrá que enfrentar el juicio que demostrará si solo es una víctima de las circunstancias o realmente es una asesina a sangre fría.
Grand Army
Grand Army es una serie de drama que sigue la historia de cinco chicos que estudian en el mayor instituto de Brooklyn, donde intentan luchar por el éxito, la supervivencia, ser libres y hacer suyo el futuro en un mundo que se está cayendo a pedazos y en el que también deben lidiar con la sexualidad, el racismo y la justicia social.
Perdida
Perdida se sitúa entre Valencia y Colombia y gira en torno a unos padres que harán lo que sea para descubrir lo que ha pasado con su hija de cinco años, llamada Soledad (Verónica Velásquez), que desaparece mientras están disfrutando de un día cualquiera en la playa de la ciudad española.
Su padre, Antonio (Daniel Grao), hará así lo que sea para conseguir respuestas para desvelar los auténticos motivos por los que una niña de cinco años desaparece sin dejar rastro. Como por ejemplo, tragar unas bolas de cocaína en Bogotá e ir al aeropuerto para que lo detengan y así poder entrar en la prisión extranjera La Brecha para averiguar el paradero de su hija.