Dentro del catálogo de Netflix hay series para todos los gustos, pero lo cierto es que uno de los géneros con mayor cantidad de producciones dentro de la plataforma del gigante del streaming es el dramático. En esta oportunidad, decidimos seleccionar tan solo tres series dramáticas premiadas disponibles en el servicio de la compañía para recomendártelas a continuación.
Better Call Saul
Ambientada en 2002, seis años antes de los acontecimientos relatados en Breaking Bad, esta serie es un spin-off centrado en el personaje de James “Jimmy” McGuill (Bob Odenkirk), antes de que asuma la identidad de Saul Goodman, un abogado corrupto con un humor políticamente incorrecto vinculado al mundo criminal que empieza a crear una importante red de contactos en los bajos mundos.
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Ozark
Marty Byrde (Jason Bateman) es un asesor financiero de Chicago que trabaja para una poderosa empresa y tiene una familia de apariencia estable formada por su esposa Wendy (Laura Linney) y sus hijos adolescentes, Charlotte (Sofia Hublitz) y Jonah (Skylar Gaertner).
Aunque la vida de los Byrde luce normal, y hasta podría decirse que un poco aburrida, la situación pronto cambia ya que Marty es habilidoso con los números y sirve como contador de un cartel de drogas de México, lavando el dinero de los criminales y buscando inversiones que no levanten sospechas.
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Muertos para mí
Jen Harding (Christina Applegate) es una agente de bienes raíces que ha sufrido recientemente la muerte de su esposo durante un accidente donde el culpable no fue arrestado. La viuda termina así en un grupo de apoyo para el duelo donde conoce a Judy Hale (Linda Cardellini), una joven que sufre de la misma pérdida.
Ambas entablan una profunda amistad después de realizar largas llamadas telefónicas durante las noches de insomnio. Pero su vínculo se ve amenazado cuando Jen descubre que Judy ha estado mintiendo sobre la muerte de su esposo y termina enterándose que en realidad la joven fue abandonada por él tras sufrir su quinto aborto espontáneo.
La viuda comprende que su amiga necesitaba la ayuda para superar la muerte de sus hijos no nacidos y el fin de la relación, por lo que decide perdonarla e invitarla a vivir en su casa de huéspedes. Sin embargo, Judy sigue sin ser completamente sincera y continúa ocultando un terrible secreto que podría destruir profundamente a Jen.