En los primeros días de este año pudimos disfrutar mediante Netflix del estreno internacional de The End of the F***ing World, una comedia oscura emitida originalmente por la cadena británica Channel 4. La serie de ocho episodios sigue la historia de James y Alyce, dos adolescentes que por diversas razones iniciarán una especie de road trip en el que veremos grandes dosis de drama, nihilismo, psicopatía y romance.
Dirigida por Jonathan Entwistle y Lucy Tcherniak, The End of the F***ing World es un regalo divertido y bastante retorcido que de momento sostiene un 97% de críticas favorables en Rotten Tomatoes. A continuación repasamos 5 razones clave por las cuales no deberías dejar de verla:
1- La duración
Tratar de contar esta odisea en 8 episodios de 20 minutos es algo bastante rebuscado, pero hay que reconocerles el mérito de que no les fue imposible lograrlo. Sin dudas hay que tener en cuenta el montaje discontinuo, una gran cantidad de cliffhangers y la narración veloz con la que logran captar la atención de el espectador en pocos minutos. En tan solo tres horas nos cuentan una historia en la que el asesinato, el homicidio y la fuga son las principales atracciones.
2- El origen
The End of the F***ing World está basada en el cómic homónimo de Charles Frosman. De tintes más minimalistas, la simplicidad del trazo hace recordar al estilo de artistas como Jim Benton o Bob Montana. Tal vez una mezcla de ambos. Lo que sí es seguro es que la serie tomó del cómic gran parte de la comedia negra que tanto la caracteriza. Es muy recomendable darse una vuelta por esa lectura, en internet existen varios ejemplares para leerla online.
3- La pareja protagonista
La historia gira alrededor de dos chicos de 17 años: James (Alex Lawther, de Black Mirror) y Alysa (Jesyca Bardem, de The Lobster). El primero cree ser un psicópata y razones no le falta, ya que siente una gran necesidad de matar a su compañera de viaje. Alysa no se queda atrás: en los primeros minutos podemos detectar a simple vista el típico comportamiento sociópata. Y claro que si de parejas hablamos la nuestra tiene un gran parecido a Mickey y Mallory de Natural Born Killers, almenos en lo referido a asesinar gente. Aunque, claro, existe una notable diferencia: James y Aly son adolescentes. Y si bien en un principio podemos olvidarnos ese detalle, ellos tienen las mismas inseguridades que cualquier persona de su edad.
4- El soundtrack
No podía ser menos, y ya lo comentamos en una nota anterior: el listado de canciones que componen la serie está a la altura de las expectativas. Artistas como Graham Coxon, The Black Angels, Mazzy Star, Wanda Jackson, Julie London o Françoise Hardy se destacan a lo largo de la temporada. El guitarrista de Blur incluso compuso un tema original para la serie.
5- Es lo mejor de lo que va del año
Sí, ya sé, el 2018 recién empieza pero no podemos estar más contentos de empezarlo de esta manera. Hay que decirlo, The End of the F***ing World ha sido una sorpresa bastante agradable en todos los sentidos, y en un año donde se esperan grandes producciones de Netflix la primera que nos ofreció nos deja aún con mayor expectativa por lo que vendrá.