Alerta de spoilers: Esta nota revela spoilers de todas las temporadas de Game of Thrones – Así como cuando hoy miramos hacia atrás y pensamos en Lost nos damos cuenta que fue la ficción que realmente nos enseñó qué era el misterio, esto mismo nos va a suceder cuando, en un futuro cercano, pensemos en Game of Thrones y reconozcamos que su mayor herencia es habernos demostrado que ningún personaje (nunca) está realmente a salvo. Es producto de esa filosofía lo que generó que la ficción de HBO coleccione una enorme cantidad de muertes, así como un gran número de escenas repletas de dramatismo que nos hicieron gritarle a la pantalla de manera arrebatada.
Sin embargo, no sabemos si es por la sed de sangre o las expectativas por el cielo, podemos confesar que la octava (y última) temporada está demostrando poca pasión en la despedida de sus personajes. Tanto que en “The Last of the Starks” dijimos adiós a Missandei (Nathalie Emmanuel) de una manera casi insulsa y que provocó que realicemos un revisionismo sobre aquellas muertes que sí sufrimos.
Ned Stark en “Baelor” (T01E09)
Seguramente si hoy viéramos a alguno de los protagonistas perder su cabeza por honor, no nos sorprendería en lo absoluto. Pero allá, en el 2011 cuando estrenó la primera temporada, la pantalla chica era muy distinta y la última gran revolución narrativa fue el hecho de que los villanos también podían ser historias principales. Con la muerte del jefe de la familia Stark se marcó un antes y después en la serie, en la televisión como formato y se hizo carne la frase que todavía hoy nos acompaña: “When you play the Game of Thrones, you win or you die.”
Robb Stark en “The Rains of Castamere” (T03E09)
Aunque para esta altura muchos ya habían leído los libros de George R. R. Martin y sabían qué iba a suceder, “La Boda Roja” fue otro de los momentos decisivos de Game of Thrones. Traicionados por las familias Frey y Bolton, fue durante esta ceremonia que perdimos a dos personajes principales (Catelyn Tully y Robb Stark) y otros dos con los que nos habíamos encariñado lo suficiente (Talisa Stark y Grey Wind, el lobo huargo de Robb). En este punto, la parte más sorpresiva fue lo sangriento, cruel y tarantinesca que resultó toda la escena final.
Joffrey Baratheon en “The Lion and the Rose” (T04E02)
¿Podemos decirlo? Todos estábamos esperando con muchísimas ganas que Joffrey (el hijo mayor de los hermanos Lannister) muriera de la peor manera posible. Arrogante, soberbio, violento y enfermizo, era la representación clásica de lo que conocemos como un tirano. Sin embargo, en este sentido, la serie también nos sorprendió porque fue magnífico cómo esto sucedió: en su propia boda, envenenado y enfrente de un público que le tenía más miedo que respeto. Quedará para siempre esa imagen de su cara deformada mirando al cielo.
Oberyn Martell en “The Mountain and the Viper” (T04E08)
En la serie Obery fue introducido y despedido en la misma temporada, y esto generó que el tiempo para encariñarnos fuese muy poco. Sin embargo, no deja de ser cierto que su muerte fue una de las más dramáticas y sangrientas de Game of Thrones. En una lucha cuerpo a cuerpo con la Montaña, la coreografía de lucha fue sencillamente espectacular y el desenlace estuvo a su nivel: creíamos que había ganado, ya estábamos festejando su imposible victoria, para que el guardaespaldas número uno de Cersei diera vuelta el resultado e hiciera explotar su cabeza frente a todos.
Shrine Baratheon en “The Dance of Dragons” (T05E09)
Cuando la Bruja Roja fue introducida en la historia, parecía tener un rol muy diferente en este juego de tronos. Y no solo en cuanto a su funcionalidad dentro de la estrategia de Baratheon, sino también en tanto intenciones, su propia agenda y hasta credibilidad. Era muy fácil juzgarla, no creer en lo que decía o considerarla como un elemento (religioso) más dentro de una ficción repleta de misticismo. Más todavía cuando asesinó a la pequeña Shrine, quemándola viva como sacrificio a su Dios. ¿Quién pudo dormir esa noche después de los gritos de la pobre víctima?
Jon Snow en “The Dance of Dragons” (T05E09)
Como espectadores, con la muerte de Ned y Rob, empezamos a dudar sobre cuál era realmente la familia protagonistas de Game of Thrones. Usurpado el castillo, con los hijos vivos en sus propios caminos y con el apellido Stark tirado al piso, nuestras dudas eran más que razonables, ¿no? Y esto se profundizó cuando sus propios compañeros mataron a cuchilladas a Jon Snow (ahora, Aerion Targaryen). Cientos de teorías se despertaron en ese momento (sobre el vapor saliendo de su boca o la forma de la mancha de sangre sobre la nieve), pero lo cierto es que este hijo bastardo también terminó mirando al infinito y construyendo una escena brutal.
Hodor en “The Door” (T06E05)
En todas las ficciones siempre hay algunos personajes que, aunque muy alejados de ser los principales, acompañamos en su recorrido y nos terminamos enamorando de ellos por sus características. Hodor es uno de ellos. Rodeado de un gran misterio (¿por qué solo repite la palabra “Hodor”?), su devoción absoluta a Bran y el sacrificio final (el cual, finalmente, explicó su condición), construyó una de las fotografías finales más difíciles de mirar. La buena noticia quizá es que también se convirtió de manera instantánea en un elemento apropiado por la cultura pop; ahora “Hold the door!” se suma a la gran lista de frases para las remeras seriéfilas.
Walder Frey en “The Winds of Winter” (T06E10)
No todas las muertes de Game of Thrones son a héroes o víctimas injustas, sino que como ya pudimos observar, hay otras con las cuales un poco nos alegramos. Ese “¡Por fin!” o “¡Menos mal” con el que nuestro costado más oscuro reacciona gracias al rechazo a ciertos personajes. Y Walder Frey, estratega de “La Boda Roja”, sin dudas fue una de esas muertes vengativas que más se festejó. Sin embargo el dramatismo vino por otro lado ya que no esperábamos que Arya, con sus nuevas habilidades, hiciera ese cambio de rostro para terminar de degollar al jefe de familia.
Lady Olenna Tyrell en “The Queen’s Justice” (T07E03)
Todo vuelve en la vida, aún cuando lo que hicimos tenía detrás buenas intenciones y cierto espíritu de justicia. Olenna Tyrell (abuela de Margaery y Loras), fue la responsable de envenenar a Joffrey y así evitar que su nieta se casara con semejante monstruo. Es por esto que Jaime Lannister, al invadir Altojardín, decide darle una copa de su propia medicina y pedirle amablemente que tome veneno. Pero todo gran personaje, también sabe dar su gran despedida y Olenna será recordada por siempre por su discurso final en donde le canta varias verdades al soldado león.