El papel de Walter White es posiblemente uno de los más codiciados por muchos actores. La excelente interpretación de Bryan Cranston llevó a la noción de villano a un nivel realmente supremo, dándole rostro al complejo personaje creado por Vince Gilligan. Pero, increíblemente, no fue el primer actor que deslumbró a la producción de Breaking Bad.
Mientras el actor de Malcolm in the Middle era la elección de Gilligan desde el comienzo, el resto del equipo tuvo como primera opción al actor Matthew Broderick. El intérprete conocido por films como The Cable Guy, Ferris Bueller’s Day Off o The Producers fue el requerido por AMC, pero rechazó la oportunidad por no querer interpretar a un villano.
Cranston era considerado por la producción de la serie como un actor ligado al género cómico y les costaba imaginarlo en el personaje de Heisenberg, pero luego de la negativa de Broderick, Gilligan logró imponer su primera elección. Y el resto es historia. Lo cierto es que cuesta imaginar un actor más adecuado para Walter White que Bryan Cranston y, si bien el actor ya tenía una carrera, ha quedado muy pegado a este gran papel. Cranston logró desarrollar con maestría las contradicciones morales de este complejo personaje, generar en el espectador el rechazo, el amor y el odio, aliarlo a sus acciones, ser comprendido y también detestado.
Por otro lado, algunos rumores de la industria indicaban que John Cusack también había sido tenido en cuenta para el papel, pero fue él mismo quien desmintió esta historia diciendo que sería una locura haberlo rechazado.