Breaking Bad es una de las mejores series de los últimos años. Estrenado en el 2008, el show creado por Vince Gilligan y protagonizado por Bryan Cranston y Aaron Paul se extendió a lo largo de cinco exitosas temporadas ganándose el cariño de muchos espectadores a lo largo y ancho del mundo.
La historia sobre Walter White, un profesor de química que termina dedicándose a la producción y tráfico de metanfetaminas, marcó un antes y un después para Cranston, quien hace unos años reveló cuál fue la escena más dura de filmar.
En el programa Inside the Actors Studio, el actor se refirió al capítulo 12 de la segunda temporada -llamado “Phoenix“- que muchos recordarán por ser el episodio en el que muere Jane Margolis (Krysten Ritter), la novia de Jesse Pinkman. En dicha escena Walter llega a la casa de Jesse, quien está durmiendo junto a su novia, e intenta despertarlo. Sin embargo, su compañero no responde producto del consumo de heroína. En ese momento, Jane –que se encontraba dormida sobre un costado- se mueve y queda de espaldas.
A los pocos minutos, la joven empieza a vomitar y a toser. Inicialmente, Walter se acerca con la intención de ayudarla pero tras pensarlo un instante, deja que la joven se ahogue en su propio vómito ya que ve en su muerte la posibilidad de que Jesse vuelva a enfocarse en los negocios.
Con respecto a este momento, Cranston confesó:
“La gente no entiende que los actores tienen que estar dispuestos a pagar un precio, un precio emocional. Cuando pensaba en esa escena, se me ocurrieron muchas cosas. Walter escucha cómo Jane empieza a toser e inmediatamente se acerca a ella, de manera instintiva. Pero antes de salvarla se para un momento y piensa ‘es una yonki. Ha arrastrado a Jesse a la heroína. Lo va a matar. Es mejor si no hago nada. Pero no es más que una joven. Lo suficientemente joven como para ser mi hija’. Y entonces vi la cara de mi propia hija en su lugar. No quería hacer eso, no lo había planeado”.
El actor concluye hablando de cómo Walter termina inmerso en ese tironeo entre salvarla o no y cómo, eventualmente, decide que no es su culpa sino la de ella, por haberse metido con las drogas. En ese momento, la imagen de su hija se borró por completo y dio paso a la decisión de dejarla morir.
Si bien Walter cometió muchos actos despreciables a lo largo de la serie, este fue uno de los momentos más odiados por los fanáticos, especialmente por el impacto que tuvo en la vida de Pinkman.