Hace unos días hablamos de Chernobyl, la exitosa nueva mini serie de HBO basada en hechos reales. Allí se cuenta la historia del peor desastre nuclear hasta el momento: el accidente de Chernóbil, ocurrido en Ucrania a mediados de los 80.
En el episodio más reciente del programa vimos cómo tres personas descienden al reactor 4. Su objetivo es el de vaciar las piletas de burbujas debajo del núcleo en descomposición. La misión era tan peligrosa que sus voluntarios fueron apodados como “el escuadrón suicida”.
De cualquier modo, los hechos no sucedieron estrictamente como son narrados en la serie. Si nos remitimos a lo explicado por el sobreviviente Andrew Leatherbarrow en su libro 1:23:40: La increíble y verdadera historia de la catástrofe nuclear de Chernóbil, encontraremos que tal escuadrón no fue el primero en sumergirse en esa riesgosa labor.
Según Andrew, unos bomberos ya se había sumergido en las inmediaciones del reactor:
“Quedaba algo de agua después de la misión de drenaje de los bomberos, hasta la altura de las rodillas en la mayoría de las áreas, pero la ruta era transitable.”
Leatherbarrow señala además que varios técnicos de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin también ya habían ingresado. Ellos arriesgaron sus vidas para medir los niveles de radiación. En una entrevista, él agregó lo siguiente sobre el tópico:
“Cuando entré en mi turno de trabajo, mi compañero me explicó que la última medición de radioactividad había sido tomada directamente desde el nivel del agua del corredor.”
Luego enfatizó en que las condiciones no eran tan críticas en el corredor y que “la situación radioactiva era la habitual para las centrales nucleares en mayo de 1986”. No obstante, explicó que resulta casi imposible de establecer el número de empleados que trataron de controlar el desastre entrando en contacto con el temido reactor 4. Lo seguro es que Alexei Ananenko, Valeri Bezpalov y Boris Baranov no fueron los únicos héroes.