El gato caco (originalmente titulada Cat Burglar) es una experiencia interactiva de animación que hace unos días arribó al catálogo de Netflix. De entrada, muchos han comparado esta obra con Dragon’s Lair, una innovadora entrega que en su momento se promocionó como un videojuego interactivo. En esta oportunidad, los usuarios de la plataforma de streaming no controlarán las acciones de los personajes, sino que manejarán algunos reflejos y segmentos del juego.
La sinopsis oficial de esta entrega reza: “Se trata de dibujos animados interactivos inspirados en Tex Avery en los que el espectador responde a preguntas a partir de un escenario sobre un perro guardián llamado Peanut que protege una obra de arte de valor incalculable y un gato ladrón llamado Rowdy que intenta robarla del museo, siendo cada dibujo animado diferente”.
Hasta el momento, la prensa especializada ha sido bastante favorable con este proyecto liderado por Charlie Brooker (el creador de Black Mirror). Variety elogió ampliamente a esta producción en su reseña al señalar que “el guion, con sus múltiples giros y su sincero abrazo a las locuras animadas de antaño, es agudo y divertido y que “El gato caco está aquí tan solo para deleitarse con sus posibilidades, que son pura diversión”.
En cuanto a la duración de cada episodio, podemos decir que son bastante breves, pues cada uno ronda los 12 minutos de duración. De más está aclarar que no se trata de un contenido pensado para el público infantil, sino que está evidentemente orientado a una audiencia adulta. En el elenco de voces nos encontramos con actores como Trevor Devall (F es para la Familia), James Adomian (Padre Made in USA) y Alan Lee (conocido por sus ilustraciones de El Señor de los Anillos).