Muchas de las series que vemos en Netflix están basadas en una novela, como es el caso de Anne With an E, Lupin y Gambito de dama; o también en hechos reales, al estilo de Narcos, The Crown o Mindhunter. Pero algunas otras toman una historia real solo como base para crear nuevos personajes y una historia original. Este es el caso de Emily en París, la comedia romántica que se estrenó en la plataforma el año pasado y ahora se encuentra pronta a lanzar la segunda entrega.
Lo cierto es que el personaje de Emily Cooper (Lily Collins), la chica estadounidense que viaja a París por un traslado laboral y sufre un choque de culturas, está inspirado en una periodista norteamericana llamada Rebecca Leffler. Si bien la vida de Leffler no ha sido tomada al pie de la letra, sí sirvió como influencia para crear a Emily. Ella era reportera corresponsal de Francia para The Hollywood Reporter y cambió su vida al mudarse a la capital francesa: “Yo era la estadounidense ruidosa y todos me miraban de arriba abajo y no me hablaban”.
Sobre cómo vivió este cambio cultural, Leffler explicó: “Así fue. Esa ha sido mi experiencia: yo soy una estadounidense sonriente y optimista que trata con los franceses. Incluso los que son personas maravillosas y amables no son necesariamente, como yo diría, efusivos. Cuando los conoces por primera vez no son tan amables y abiertos”.
De esta manera, Darren Star, quien también vivió muchos meses en París, eligió la historia de Leffler porque hacía mucho tiempo que quería retratar la vida parisina y “explorar el multiculturalismo”. Así fue que la periodista ofició de consultora para el creador de la serie: “Le dije que aquí está mi vida, que se lleve todo y simplemente compartí mis anécdotas. Darren Star creó este personaje, pero hay mucho de mí en él”.